18 abril 2020

El vecino de ojos verdes

Atrapada en mi balcón,
examino una calle desierta
y un silencio que paraliza
los latidos de mi corazón,
robándome un día
de mi efímera existencia.

A través de una ventana,
me encuentro con unos ojos
que me miran prisioneros.
La intensidad de su mirada
me intimida,
pero, ¿qué me pasa?
¿Por qué no puedo dejar de mirarle?

Sus ojos verde esmeralda,
me reclaman.
Su pícara sonrisa,
le delata.
Sabe que le observo cautivada.

Me obligo a dejar de admirarle
pero una fuerza poderosa
me atrae de nuevo a sus ojos
con una extraña pregunta
¿Seguirá atrapado en mi reflejo?
Así es, pero solo un instante
y otra vez esa sonrisa traviesa
tiñe de coral mis mejillas.
Se me desgarra el alma
al verle desaparecer
en el interior de su refugio.

Cada día al caer la tarde
le busco de nuevo
en este mirador improvisado
permitiendo que sus ojos
iluminen mi sonrisa
tan solo unos minutos.

¿Quién es ese joven que me mira?
¿Por qué me reclama,
me cautiva y me atrapa?

09 abril 2020

Cuentos clásicos reescritos para niños del siglo XXI - Juan Sin Miedo


Érase una vez un hombre que tenía dos hijos totalmente distintos. Pedro, el mayor, era un chico listo y responsable, pero muy miedoso. En cambio su hermano pequeño, Juan era un zoquete, pero jamás tenía miedo a nada, así que en la comarca todos le llamaba Juan sin miedo.

A Juan no le daban miedo las tormentas, ni los ruidos extraños, ni escuchar cuentos de monstruos en la cama. El miedo no existía para él. A medida que iba creciendo, cada vez tenía más curiosidad sobre qué era sentir miedo porque él nunca había tenido esa sensación.

Un día, el padre le dijo que necesitaba aprender a ganarse la vida, y el niño estuvo de acuerdo, y le pidió a su padre que le mostrara qué era tener miedo. Su hermano mayor comenzó a reír, pensando que su hermano era realmente estúpido, mientras que el padre le dijo que aprendería lo que era el miedo, pero que eso no pondría comida sobre la mesa.

Metió algunos alimentos y algo de ropa en una mochila y echó a andar. Durante días recorrió diferentes lugares, comió lo que pudo y durmió a la intemperie, pero no hubo nada que le produjera miedo. Una mañana llegó a la capital del reino y vagó por sus calles hasta llegar a la plaza principal, donde colgaba un enorme cartel firmado por el rey que decía: “Se hace saber que al valiente caballero que sea capaz de pasar tres días y tres noches en el castillo de terror, se le concederá la mano de mi hija, la princesa Esmeralda”

Juan sin miedo pensó que era una oportunidad ideal para él. Sin pensárselo dos veces, se fue al palacio real y pidió ser recibido por el mismísimo rey en persona. El rey le concedió la prueba y fue escoltado por los soldados del rey, hasta un tenebroso castillo que estaba en lo alto de una montaña escarpada. Hacía años que nadie lo habitaba y su aspecto era realmente lúgubre.

Esa noche, justo cuando estaba a punto de dormir, escuchó una gran revuelo y al abrirlos los ojos vio a muchos murciélagos acercarse a él. Pero Juan no tuvo miedo, corrió hasta el fuego de la chimenea que había encendido horas antes y cogió una rama, prendiendo uno de los extremos. Agitó la punta en llamas, ahuyentando a los murciélagos.

La noche siguiente, mientras volvía de dar un largo paseo por río, Juan sin miedo encontró un enorme oso en la puerta del castillo. Pero John no estaba preocupado. Se quitó la chaqueta y coloco dos ramas enormes en cada manga. Se ató las ramas a su cuerpo por encima de su cabeza, y avanzo, hasta un claro del bosque donde la luna hacia que sombra aumentara su tamaño, haciendo chocar dos piedras para provocar un ruido enorme. El oso salió despavorido dejando libre la entrada.

Al tercer día, Juan sin miedo salió por los alrededores del castillo para cazar un conejo. En su regreso con el conejo al hombro, un águila ibérica sobrevolaba por encima de su cabeza. Pero, John todavía no estaba preocupado. Cuando se percató de que el águila se lanzaba en picado sobre él, arrojó el conejo por un terraplén y se agachó entre unos arbustos. El águila siguió al conejo colina abajo, mientras él corrió hasta ponerse a resguardo en el castillo, se quedó sin cenar, pero al menos había salvado su vida.

Pasados los tres días con sus tres noches, el rey fue a comprobar que Juan seguía sano y salvo en el castillo. Cuando le vio tan tranquilo y sin un solo rasguño, le invitó a su palacio y le presentó a su preciosa hija. Esmeralda, al conocer la osadía de su padre, de dar su mano al primer impresentable que dijera no tener miedo, hizo un trato con el rey. Si ella conseguía asustarle en un plazo de una semana, no se casaría con él, ni el rey volvería a intentarlo. El rey accedió y ella se puso manos a la obra. Durante una semana, inventó mil y una forma de asustar a Juan sin miedo, sin conseguir su propósito.

Al llegar la noche del último día, Esmeralda abatida, al saber que había fracasado. Decide quitarse la vida. Hace pasar una soga por la rama de un olivo centenario, coloca los pies sobre un banco y se ajusta el lazo al cuello. Cuando está lista para dejar este mundo, golpea el banco para hacerlo caer. En ese momento, Juan sin miedo sale del castillo, para su paseo nocturno y la ve colgando del árbol. Grita despavorido atrayendo las miradas del rey. Corrió hasta ella, cortó la cuerda y deposito su cuerpo inerte en el suelo. Cuando llegó el rey hasta ellos, Juan golpeaba el pecho de su amada entre lágrimas. A los pocos, segundos Esmeralda, convulsionó y comenzó a respirar de nuevo.

El rey la abrazó y le pidió disculpas por haber intentado casarla. Echando a Juan inmediatamente de sus terrenos, pues había demostrado que no era tan valiente como creía. Sin embargo, Esmeralda no se lo permitió, se había dado cuenta que si algo aterraba a Juan sin miedo era perderla. Su secretó nunca salió de sus bocas y así que el valeroso muchacho siguió siendo conocido en todo el reino como Juan sin miedo.

07 abril 2020

Reseña de Prohibido creer en historias de amor

Llevo bastante tiempo queriendo leer a Javier Ruescas, desde que le conocí hace algunos años en su canal YouTube, donde habla de libros y da consejos de escritura. No fue hasta la semana pasada que me puse a ello, ya que organizo una #CuarentenaProhibida, donde durante una semana hemos leído su libro y después hemos tenido una charla con él, en instagram, el pasado domingo.


FICHA TÉCNICA


Título: Prohibido creer en historias de amor

Autor: Javier Ruescas

Género: Romántico

Publico: Juvenil

Idioma: Español

Publicado: 2018

Páginas: 320

05 abril 2020

Estoy celosa

Estoy celosa de la lluvia
porque cae sobre tu piel
en lugares donde mis manos
nunca han rozado.

Estoy celosa del viento
susurrando silencios
porque ondula tu ropa
y acaricia tu cuerpo.

Estoy celosa de las noches
que no estoy contigo
soñando que volvías
abrazada a mi almohada.

Siempre estaré celosa
porque fuiste feliz sin mí
mientras mi corazón
espera tu retorno.