01 enero 2018

Milagro en Navidad - Capítulo II

Este capítulo pertenece al relato "Milagro en Navidad", ambientado en la época navideña. Si quieres seguir leyendo más capítulos o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Luis tenía tan sólo 16 años, aún era un crío pero tenía que hacerse el fuerte y convencer al resto de la familia de que todo iba a salir bien, diciéndoles:
—Vamos, estamos en Navidad, ¿no creéis en los milagro?
—Es verdad, aún quedaba mucho tiempo —María añadió

Cuando terminó de decir esto, la alarma comenzó a sonar. Todos bajaron al refugio. Su casa estaba muy bien acondicionada para estos momentos, su padre ayudado por Luis, había construido su propio sótano con todo lo necesario. Era casi tan grande como la casa pero tenía menos comodidades.
Las dos hermanas pequeñas ayudaron a su madre a bajar. Irene era la benjamina, con 12 años, Isabel tenía 15. Se pasaban la mayor parte del tiempo allí, así que decidieron mudarse bajando los muebles más importantes para mayor comodidad. Cuando acabó el ataque y tocaron de nuevo la alarma comenzaron a cambiarse. Al llegar la noche todo lo necesario estaba abajo: comida, camas, excepto la cocina que estaba arriba. Cuando no podían subir comían cosas frías como frutas y embutidos.

Era Nochebuena y la comida era muy escasa, la madre estaba muy triste por no poder preparar nada especia en esta noche, también especial. Así que cogió un par de patatas y un par de huevos e hizo una tortilla que estaba muy buena pero eran cuatro personas, esto hacía que no fuera suficiente y se quedaran con hambre.

En la radio oyeron que en los próximos días habría un alto el fuego. Eran los días más tristes que jamás habían vivido recordando a su padre y pensando que también podían perder a Luis. Pasaban los días y la carta no llegaba. El temor y el miedo a perderlo se agravaban con el paso del tiempo pero nadie decía nada. Si ellas lo pasaban mal, él lo estaría pasando peor. Aunque parecía alegre y feliz, transmitía su tranquilidad a los demás, pero por dentro estaba asustado, preocupado, al fin y al cabo sólo era un niño asustado.

La guerra seguía como al principio, la gente salía de sus casas sólo lo imprescindible para comprar algo para comer y llevar el dinero a casa trabajando por los alrededores de sus casas, cosiendo, lavando, cargando y descargando camiones. Todos tenían que trabajar hasta los más pequeños de la casa. Daba pena ver a los niños y niñas de corta edad trabajando en fábricas y recogiendo la escasa cosecha para poder alimentarse. Fueron días muy tristes.


CONTINUARA...

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