25 mayo 2025

Hablemos de Fantasía I

1. Introducción


      La literatura fantástica es un género que ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. A través de relatos llenos de magia, criaturas extraordinarias y mundos imposibles, ha servido como una vía de escape, exploración y reflexión sobre nuestra propia realidad. En esta sección, exploraremos qué es la literatura fantástica, sus orígenes y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo.


1.1. Definición de literatura fantástica


      La literatura fantástica es aquella que introduce elementos sobrenaturales, mágicos o imposibles dentro de su narrativa. A diferencia de otros géneros como la ciencia ficción o el realismo mágico, la fantasía no necesita justificar estos elementos con explicaciones racionales o científicas. En su esencia, la fantasía permite la existencia de lo imposible como algo natural dentro de su mundo.
     Algunos críticos, como Tzvetan Todorov, definen lo fantástico como aquel espacio narrativo en el que el lector duda entre una explicación racional o sobrenatural de los eventos narrados. Sin embargo, en un sentido más amplio, el género abarca cualquier historia donde lo irreal o lo extraordinario sea el núcleo del relato.


1.2. Orígenes e historia de la fantasía


      El género fantástico tiene sus raíces en la mitología y el folclore de distintas civilizaciones. Desde los mitos griegos y nórdicos hasta los cuentos de hadas europeos, la humanidad ha creado relatos donde dioses, héroes y criaturas mágicas habitan en mundos llenos de maravillas y peligros.
     Algunos de los primeros ejemplos escritos de literatura fantástica incluyen:


  • "La Epopeya de Gilgamesh" (c. 2100 a.C.), con dioses, inmortalidad y criaturas sobrenaturales.
  • Los mitos y leyendas griegas, con seres como Medusa, el Minotauro o las sirenas.
  • "Las mil y una noches", donde aparecen elementos mágicos como genios, alfombras voladoras y hechizos.
  • Las sagas nórdicas y artúricas, que narran las hazañas de héroes como Beowulf, Sigfrido o el Rey Arturo.

      Con el paso del tiempo, la fantasía fue evolucionando y, en la Edad Media, los cuentos de caballería y las novelas de aventuras mantuvieron vivo el género. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando la literatura fantástica comenzó a consolidarse como un género literario diferenciado.


1.3. Evolución del género hasta la actualidad


      El siglo XIX marcó un punto de inflexión para la literatura fantástica. Autores como Mary Shelley, con Frankenstein (1818), y Edgar Allan Poe, con sus relatos de lo inexplicable, ayudaron a expandir los límites de lo fantástico. También destacan los cuentos de hadas recopilados por los Hermanos Grimm, que dieron forma a muchas historias clásicas.
     En el siglo XX, la fantasía se estableció como un género literario sólido con obras icónicas como:


  • J.R.R. Tolkien y El Señor de los Anillos (1954-1955), que definió la fantasía épica moderna.
  • C.S. Lewis y Las Crónicas de Narnia (1950-1956), una mezcla de alegoría y fantasía infantil.
  • Ursula K. Le Guin y la saga de Terramar (1968-2001), que exploró la magia desde una perspectiva filosófica.

      En las últimas décadas, la literatura fantástica ha vivido un auge con sagas como Harry Potter de J.K. Rowling, Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin y el universo Cosmere de Brandon Sanderson. Además, la fantasía ha traspasado los libros y ha conquistado el cine, la televisión y los videojuegos, demostrando que sigue siendo un género fundamental en la cultura contemporánea.


2. ¿Qué hace que una historia pertenezca al género de fantasía?


      Para que una historia sea considerada dentro del género fantástico, debe contener elementos que desafíen las reglas del mundo real. La fantasía se caracteriza por introducir lo imposible como algo natural dentro de la narración, ya sea a través de la magia, criaturas sobrenaturales o mundos alternativos. Sin embargo, la línea entre la fantasía y otros géneros puede ser difusa, por lo que es importante analizar sus características esenciales, sus diferencias con otras formas de narrativa y el papel fundamental de la imaginación.


2.1. Elementos esenciales de la fantasía


      Aunque la fantasía es un género amplio con múltiples subcategorías, existen ciertos elementos comunes que la definen:


  • Presencia de lo sobrenatural o lo imposible: Puede manifestarse en la forma de magia, dioses, criaturas fantásticas o fuerzas que desafían las leyes de la naturaleza.
  • Un mundo con reglas propias: Ya sea un universo completamente ficticio o una versión alternativa del nuestro, la historia debe establecer sus propias normas internas, que pueden incluir la existencia de magia, dimensiones paralelas o sociedades con lógicas distintas a las reales.
  • Arquetipos narrativos: Muchas historias fantásticas siguen el esquema del "viaje del héroe" de Joseph Campbell, en el que un personaje se embarca en una aventura, supera obstáculos y regresa transformado. También son frecuentes temas como la lucha entre el bien y el mal, el destino y la exploración de lo desconocido.
  • Construcción de mitologías y leyendas: La fantasía suele nutrirse de relatos míticos, religiones ficticias y sistemas mágicos que le otorgan profundidad y credibilidad a su mundo.

2.2. Diferencias con otros géneros (ciencia ficción, realismo mágico, terror)


      La fantasía comparte ciertos elementos con otros géneros especulativos, como la ciencia ficción y el terror, pero se diferencia de ellos en la forma en que presenta lo imposible:


  • Fantasía vs. Ciencia ficción:
         La ciencia ficción basa sus elementos extraordinarios en avances tecnológicos o en teorías científicas, aunque sean especulativas.
         La fantasía, en cambio, introduce lo imposible sin necesidad de justificación lógica, aceptándolo como parte del mundo narrado.
         Ejemplo: Duna de Frank Herbert (ciencia ficción) vs. El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien (fantasía).
  • Fantasía vs. Realismo mágico:
         En el realismo mágico, lo fantástico es parte del mundo cotidiano y no se cuestiona, mientras que en la fantasía suele haber un sentido de asombro ante lo sobrenatural.
         Además, el realismo mágico suele tener un trasfondo social o político, mientras que la fantasía tiende a enfocarse más en la aventura o la exploración de mitologías ficticias.
         Ejemplo: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (realismo mágico) vs. Harry Potter de J.K. Rowling (fantasía).
  • Fantasía vs. Terror:
         El terror busca provocar miedo y angustia, mientras que la fantasía se enfoca más en la maravilla y la aventura.
         Sin embargo, existe la fantasía oscura, que mezcla ambos géneros al introducir elementos aterradores dentro de un mundo fantástico.
         Ejemplo: Drácula de Bram Stoker (terror) vs. El libro de los portales de Laura Gallego (fantasía).

2.3. El papel de la imaginación y lo imposible


      La fantasía es, ante todo, el reino de la imaginación. A diferencia de otros géneros, no se rige por las limitaciones de la realidad, lo que permite a los autores crear mundos, criaturas y sistemas de magia sin restricciones. Esta libertad creativa hace que la fantasía sea un vehículo poderoso para la exploración de ideas filosóficas, emociones humanas y dilemas morales a través de metáforas y símbolos.
     Además, la fantasía permite a los lectores experimentar lo imposible, sumergirse en lugares inexplorados y vivir aventuras extraordinarias que trascienden los límites del mundo real. Ya sea para evadir la rutina, reflexionar sobre la condición humana o simplemente disfrutar de una buena historia, la fantasía sigue siendo un género esencial en la literatura.


3. Tipos de fantasía


      La fantasía es un género amplio que abarca múltiples subcategorías dependiendo de la ambientación, el tono y la temática. Aunque todas comparten la introducción de elementos sobrenaturales o imposibles, cada una presenta características propias que definen su estilo narrativo. A continuación, exploraremos los principales tipos de fantasía según el mundo en el que se desarrolla y su enfoque temático.


3.1. Según el mundo en el que se desarrolla


      Una de las formas más comunes de clasificar la fantasía es según la relación del mundo narrado con el nuestro.


  • Fantasía secundaria (mundos completamente ficticios):
         La historia se desarrolla en un universo totalmente separado del mundo real, con sus propias reglas, sociedades y mitologías.
         Ejemplos: El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin.
  • Fantasía primaria (elementos fantásticos en el mundo real):
         La historia transcurre en nuestra realidad, pero con la presencia de seres mágicos, poderes sobrenaturales o eventos imposibles.
         Ejemplos: Harry Potter de J.K. Rowling, American Gods de Neil Gaiman.
  • Fantasía portal (viaje entre mundos):
         Los protagonistas cruzan de un mundo real a uno fantástico mediante un portal, puerta, espejo u otro medio mágico.
         Ejemplos: Las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis, Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll.

3.2. Según el tono y temática


      Dentro de la fantasía, existen diversas subcategorías que dependen del tono, el nivel de magia y los temas tratados en la historia.


  • Alta fantasía (High Fantasy):
         Se caracteriza por desarrollarse en mundos totalmente ficticios y presentar tramas épicas con héroes, magia y criaturas sobrenaturales.
         Generalmente, los protagonistas enfrentan fuerzas malignas en una lucha de grandes proporciones.
         Ejemplos: El Hobbit de J.R.R. Tolkien, El archivo de las tormentas de Brandon Sanderson.
  • Baja fantasía (Low Fantasy):
         Incluye elementos fantásticos pero de manera más sutil, a menudo dentro del mundo real o con una presencia limitada de la magia.
         Tiende a enfocarse en conflictos personales o en la ambigüedad moral de sus personajes.
         Ejemplos: Neverwhere de Neil Gaiman, La historia interminable de Michael Ende.
  • Fantasía oscura (Dark Fantasy):
         Combina elementos de fantasía con el terror, creando atmósferas inquietantes y mundos crueles.
         Suele presentar protagonistas atormentados y dilemas morales complejos.
         Ejemplos: Berserk de Kentaro Miura, El ciclo de la puerta de la muerte de Margaret Weis y Tracy Hickman.
  • Fantasía épica:
         Similar a la alta fantasía, pero con un énfasis en guerras, héroes legendarios y grandes conflictos de escala global.
         Generalmente, sigue la estructura del viaje del héroe y tiene una narrativa extensa y detallada.
         Ejemplos: Los libros de Terramar de Ursula K. Le Guin, La Rueda del Tiempo de Robert Jordan.
  • Fantasía urbana:
         Se ambienta en ciudades reales o ficticias donde conviven lo mundano y lo mágico.
         Puede incluir seres sobrenaturales ocultos en la sociedad o magia que afecta la vida cotidiana.
         Ejemplos: Cazadores de sombras de Cassandra Clare, Dresden Files de Jim Butcher.
  • Fantasía mitológica:
         Se basa en mitos y leyendas de distintas culturas, reinterpretándolos o expandiéndolos en nuevas historias.
         Puede presentar dioses, héroes legendarios o explicaciones fantásticas del origen del mundo.
         Ejemplos: Percy Jackson y los dioses del Olimpo de Rick Riordan, El cantar de los nibelungos.
  • Fantasía infantil y juvenil:
         Está dirigida a un público más joven y suele incluir aventuras, valores positivos y una magia más accesible.
         Aunque puede abordar temas profundos, mantiene un tono más optimista y cercano a la fábula.
         Ejemplos: Peter Pan de J.M. Barrie, Memorias de Idhún de Laura Gallego.

     Continuará




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