27 octubre 2018

Viaje en busca de una vida

Cuando tu mayor éxito 
consiste en salvar tu vida,
de atrás, solo queda la muerte,
delante, una oportunidad.

En un país donde existe 
desde aluminio hasta zinc
donde la riqueza trae la guerra 
y la pobreza el amor.

Nací en un lugar 
donde cuando suena una bala 
hay una vida que se va 
donde las mujeres son moneda de cambio 
y los niños se convierten en soldados.

Comencé mi viaje a pie 
no duró días, sino años 
no solo hacía frío, también calor,
el hambre y el dolor fueron uno,
no duró días, sino años.

El camino me condujo Marruecos,
pero ya no me quedaba dinero,
viví perdido en la montaña 
en una tienda hecha de plásticos 
y mi cama, era de piedras apiladas.

Sentí pena, como pude acabar así 
huí para encontrar una vida 
y me encontré con mucha muerte.
Pero también sentí alegría, 
al descubrí, que cuanto menos tienes 
más dispuesto estás ofrecer.

Tan solo una valla me distanciaba
de una vida en libertad 
era alta y tenía concertinas
pero ni el sudor, ni la sangre
me impedirían llegar otro lado.u

Al final, opté por dirigirme al mar,
tres días sin lluvia me separaban
mientras con mano temblorosa escribí 
el teléfono de la fue mi casa
o bien terminaría mi vida 
o la cambiaría para siempre.

La alarma de la mezquita 
era nuestra señal de aviso
cuando la guardia rezaba 
era el momento de meterse en el agua.

Seguí las luces hacia España 
a las dos de la mañana,
deje de sentir mis piernas 
hasta que un frío sueño me venció 
despertando en una cálida habitación.

Cuando hay una persona ahogándose
no hay tiempo para pensar,
si hay sitio para ella en nuestro hogar.
Somos lo que hacemos 
para cambiar lo que somos.

Paseando por un parque comprobé,
que en este país se cuida 
más a una mascota 
que en el mío, a una vida humana.



Video que ha inspirado este poema:


Si quieres ayudar:
www.cear.es

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