Él nunca te fallará.

Cuando te conocí me diste miedo con ese aire tan misterioso, que dabas con tu presencia, parecías tan frío y distante, que me provocabas un recelo tan escalofriante como enigmático. Pero conforme te iba conociendo, te iba cogiendo cariño y me sentía más a gusto a tu lado, dejaste de parecerme frío pasando a ser agradable tu compañía, dejaste de parecerme distante para llegar a ser un amigo. Cuando la distancia nos separa, te echo tanto de menos, que me paso el día recordándote, pero sé que el día que vuelva tú me estarás esperando. Cuando estoy contigo todo parece irreal podemos hacer lo inimaginable existe tal complicidad entre nosotros que el día que me faltes no sé qué me pasará porque que no puedo hacer nada sin tu compañía. Si algún día me fallases te echaría tanto de menos que me faltaría el aliento que mi corazón dejaría de latir y es que eres tú, mi gran amigo, el ordenador.