Cuando miro la puesta de sol,
siento como si te mirará a ti,
lo veo a él tan lejano,
como tú estás de mí
cuando desaparece por el horizonte,
veo el reflejo de su luz en el agua.
Pero al darme la vuelta
veo una blanca Luna
haciendo cuquitos detrás
de aquellas montañas
para ella su reflejo
significa luz y vida
ella no sería nada
si él no estuviera.
Aquellas furtivas miradas
me recuerdan también a mí
mientras te miro a escondidas
cuando tú no me ves,
cuando tú estas cerca
yo no puedo apartar mi ojos de ti.
La Luna se siente sola incluso
rodeada de estrellas amigas
y espera ansiosa el siguiente
eclipse para juntarse de nuevo
con su amor secreto, el Sol,
sabe que dura un instante,
pero será tan intenso
que habrá merecido la pena
todo el tiempo de espera.
En días de Luna nueva
ella sufre en silencio
la ausencia del ser amado
pensando en él todo el tiempo
deseando que acabe pronto
el día y volverle a ver.
Eso me pasa a mí
cuando no puedo verte
pienso en ti e
imagino como puedo
volverte a ver.
Tú eres mi sol, mi luz, mi vida
no te vayas lejos o moriré
de frío y soledad
no me condenes a días
de Luna nueva
condenarme a un eclipse perpetuo.
Pero ella le mira y desea
que ninguna estrella fugaz
más rápida y atrevida que ella
se fije en su luz y se sienta
atraída por su fuerza,
y se acerque tanto a él
tanto que provoque
una cataclismo en la galaxia
y se unan para siempre
formando una nueva vida juntos
en la que nuestra amiga Luna
haya desaparecido y con ella
un nuevo eclipse solar.
Yo al igual que ella
espero mi eclipse contigo
y deseo que este sea antes
de que una estrella fugaz
se me adelante.
Cuando miro la puesta de sol
siento como si me faltará algo
y ahora lo se lo que es
me falta tu luz, tu calor,
te necesito a ti a mi lado
para que esta sea perfecta
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