La puntuación de los pensamientos en la narrativa es clave para garantizar la claridad y fluidez del texto. Un pensamiento mal puntuado puede confundir al lector y restar calidad a la historia. En esta guía completa, aprenderás las reglas esenciales y algunas excepciones para puntuar correctamente los pensamientos en español.
1. ¿Cómo escribir pensamientos?
Los pensamientos de un personaje pueden indicarse de diferentes formas: con comillas latinas (« »), rayas (—) o cursiva. Sin embargo, la RAE recomienda el uso de comillas latinas, ya que las otras opciones pueden confundirse con diálogos o con énfasis tipográfico. Es importante mantener coherencia en todo el texto.
«No sé si lo lograré», pensó Clara mientras miraba el reloj.
¿Cómo escribir las comillas latinas en el ordenador?
Las comillas latinas no aparecen directamente en todos los teclados, pero puedes insertarlas de la siguiente manera:
- En Windows:
- Para «: Alt + 0171
- Para »: Alt + 0187
- En macOS:
- Para «: Shift + Alt + { (tecla de llave)
- Para »: Shift + Alt + } (tecla de llave)
También puedes configurar un atajo en tu procesador de texto.
2. Partes de un pensamiento
Un pensamiento se compone de dos elementos principales:
- Contenido del pensamiento: Lo que el personaje está pensando.
- Acotación: Información adicional sobre quién piensa, cómo lo hace o qué está ocurriendo mientras lo piensa.
«No sé si debo decirle la verdad», meditó Clara mientras jugaba con la servilleta.
En este caso, el pensamiento («No sé si debo decirle la verdad») está acompañado de una acotación (“meditó Clara mientras jugaba con la servilleta”).
3. Reglas Generales de Puntuación en los Pensamientos
3.1. Pensamientos sencillos
Los pensamientos se escriben entre comillas latinas y siguen las reglas de puntuación generales.
- «Esto no puede estar pasando».
- «Esto no puede estar pasando», pensó Luis, abrumado.
- Luis reflexionó: «¿Por qué todo me sale mal últimamente?».
Si el pensamiento termina con un signo de interrogación o exclamación, la puntuación continúa fuera de las comillas si hay una acotación del narrador.
3.2. Pensamientos con inciso narrativo intermedio
Cuando el pensamiento es más largo y necesita una interrupción para una acotación, hay dos formas de estructurarlo:
Opción 1: La frase completa entre comillas y el inciso narrativo entre rayas.
- «No sé qué pensar de todo esto —reflexionó Clara, confusa—. Quizás deba tomarme un tiempo para analizarlo mejor».
- «¿Por qué siempre me toca lidiar con estas cosas? —suspiró mientras cerraba los ojos—. Es agotador».
Opción 2: Cerrar las comillas antes del inciso narrativo y volver a abrirlas después.
- «No sé qué pensar de todo esto», reflexionó Clara, confusa. «Quizás deba tomarme un tiempo para analizarlo mejor».
- «¿Por qué siempre me toca lidiar con estas cosas?», suspiró mientras cerraba los ojos. «Es agotador».
Ambas opciones son correctas; la elección depende del estilo del autor.
3.3. Exclamaciones e interrogaciones
Si el pensamiento incluye signos de exclamación (¡!) o interrogación (¿?), estos forman parte del pensamiento y no llevan punto al final si van seguidos de una acotación.
«¿Qué se supone que debo hacer ahora?», se preguntó Natalia.
Si no hay acotación después del pensamiento, la puntuación sigue la norma habitual y el pensamiento puede terminar con un punto.
«¡Esto es increíble!».
3.4. Uso de puntos suspensivos antes de una acotación en pensamientos
Cuando un pensamiento termina en puntos suspensivos antes de una acotación, se debe dejar un espacio antes de la raya del inciso.
- «Tal vez no debería haber dicho eso…» —pensó mientras bajaba la mirada.
- «Tal vez no debería haber dicho eso…» —Se recargó contra la pared, sintiendo el peso del arrepentimiento.
- «Tal vez no debería haber dicho eso…» —pensó mientras bajaba la mirada—, pero ahora ya es demasiado tarde para corregirlo.
3.5. Uso de dos puntos al introducir un pensamiento
- Ejemplo 1: Marta contempló la habitación vacía y sintió una punzada de nostalgia: «Quizás nunca vuelva a ser como antes».
- Ejemplo 2: «Quizás nunca vuelva a ser como antes» —pensó Marta con amargura y añadió—: «Pero debo seguir adelante».
3.6. Pensamientos extensos (varios párrafos)
Cuando un pensamiento se extiende a lo largo de varios párrafos:
«Todo ha cambiado desde aquella noche. Los amigos con los que podía contar ya no están, y siento que estoy solo en esto. Quizás debería haber tomado otro camino desde el principio.
»Pero ¿y si aún puedo arreglarlo? Aunque no será fácil, debo intentarlo. Rendirme no es una opción, no después de todo lo que he pasado.
»Lo que necesito ahora es tiempo, pero parece que ni eso puedo conseguir. Estoy atrapado y no sé cómo salir de esta situación».
4. Excepciones señaladas por la RAE
4.1. Verbo de pensamiento que interrumpe una frase inacabada
Si hay un inciso que no contiene un verbo de pensamiento, pero interrumpe una frase aún sin terminar, se escribe con minúscula.
Ejemplo:
«Quizás si... —dudó un momento—, no digo nada, las cosas seguirán igual».
4.2. Verbo de emoción que expresa el pensamiento
A veces, un verbo que no es propiamente de pensamiento puede usarse para describir cómo se emite el pensamiento. Este tipo de verbo —conocido como verbo de emoción— implica la manera en que el personaje procesa su pensamiento.
Ejemplo:
«¡No puede ser verdad! —rió para sí mismo—. Esto es demasiado absurdo».
5. Errores Comunes y Cómo Evitarlos
5.1. Usar comillas inglesas en lugar de latinas
Evita confundir las comillas inglesas (" ") con las latinas (« »). Aunque algunos estilos las permiten, en español se recomienda el uso de comillas latinas para mayor claridad.
5.2. Colocar punto después del cierre de un pensamiento cuando hay acotación
Nunca coloques un punto tras las comillas si el pensamiento termina con una acotación.
Ejemplo incorrecto:
«Voy a intentarlo». —Pensó David.
Ejemplo correcto:
«Voy a intentarlo», pensó David.
5.3. No respetar los signos de exclamación o interrogación
Recuerda que estos signos sustituyen al punto dentro del pensamiento.
Ejemplo incorrecto:
«¿Debería irme?». —se preguntó Alicia.
Ejemplo correcto:
«¿Debería irme?», se preguntó Alicia.
5.4. Pensamientos interrumpidos por una acotación
Si un pensamiento es interrumpido por una acotación, se debe respetar la puntuación correcta.
Ejemplo correcto:
«¿Será cierto?», se preguntó Eva. «No puedo creerlo».
Ejemplo incorrecto:
«¿Será cierto?». —Se preguntó Eva. —«No puedo creerlo».
Este error ocurre porque:
- La acotación no debería comenzar con mayúscula tras un signo de cierre.
- No debe haber un punto tras la acotación antes de continuar con el pensamiento.
Conclusión
Dominar la puntuación de los pensamientos es esencial para asegurar la claridad y profesionalidad de tus textos literarios. Aunque las reglas pueden parecer complicadas al principio, su aplicación sistemática mejora notablemente la experiencia de lectura y otorga fluidez a la narración.
Recuerda revisar tu texto cuidadosamente y prestar atención a los detalles de puntuación, ya que los errores en este aspecto pueden desorientar al lector y restar calidad a tu obra.
¿Tienes alguna duda sobre estas reglas o necesitas ejemplos más específicos? ¡Estoy aquí para ayudarte! 😊
Si quieres leer más tips de escritura
No hay comentarios:
Publicar un comentario