En los tiempos que corren, en el que se publican al día cientos de libros. Un pequeño detalle puede marcar la diferencia, entre que un libro sea leido o que permanezca en la estantería. Uno de esos detalles, es el inicio de la novela. Si un párrafo te engancha probablemente te animes a continuarlo. Hay formas de introducir una historia, tan carismáticas y memorables, que nos muestran no sólo un brillante dominio del lenguaje y del ingenio, sino también nos desvelan la esencia y no revelan en una sola frase la temática de la novela . Por eso a algunos escritores les cuesta tanto comenzar a escribir, dado que necesitan encontrar la frase perfecta con la que empezar su narración.
Hoy vamos a ver algunos de los mejores comienzos de novela desde el año 1950 hasta 1979:
1. El guardían entre el centeno, J. D. Salinger (1951)
Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso.
1. El guardían entre el centeno, J. D. Salinger (1951)
Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso.