24 marzo 2019

Lenguaje corporal en tus escritos - 1. Gestos

     El lenguaje corporal es una de las formas más poderosas y universales de comunicación. Incluso cuando no decimos una palabra, nuestros cuerpos hablan por nosotros. En la escritura de novelas y relatos, aprovechar el lenguaje corporal para describir a los personajes puede dar profundidad, autenticidad y dinamismo a la narrativa. Los gestos, las posturas, las expresiones faciales y otros movimientos del cuerpo pueden transmitir emociones, intenciones y pensamientos de manera que las palabras por sí solas no pueden lograr.



La importancia del lenguaje corporal en los relatos


     En la literatura, el lenguaje corporal es una herramienta para mostrar, no solo contar. En lugar de escribir "estaba nervioso", un escritor puede describir cómo un personaje "jugaba con el dobladillo de su camisa" o "se mordía las uñas", haciendo que el lector deduzca por sí mismo las emociones del personaje. Este nivel de detalle conecta al lector con la historia y hace que los personajes sean más humanos y creíbles.



Cómo usar el lenguaje corporal en tus personajes



1. Gestos comunes


     Muchos gestos son universales, aunque el contexto y la cultura pueden cambiar su interpretación. En la escritura, los gestos básicos pueden servir para transmitir emociones de manera implícita:

  • Mover la cabeza para afirmar o negar: Indica claridad o convicción.
  • Fruncir el ceño: Muestra enfado, concentración o duda.
  • Encogerse de hombros: Suele indicar confusión, indiferencia o resignación.
  • Jugar con un objeto pequeño, como un bolígrafo: Sugiere nerviosismo o distracción.


2. Detalles reveladores


     Es importante recordar que los gestos se pueden fingir, pero los pequeños detalles delatan las verdaderas emociones. Incorporar estos detalles en tus descripciones puede enriquecer la narración:

  • Acariciarse la mandíbula: Toma de decisiones.
  • Entrelazar los dedos: Autoridad.
  • Dar un tirón al oído: Inseguridad.
  • Mirar hacia abajo: No creer en lo que se escucha.
  • Frotarse las manos: Impaciencia.
  • Apretarse la nariz: Evaluación negativa.
  • Golpear ligeramente los dedos sobre una superficie: Impaciencia o ansiedad.
  • Sentarse con las manos agarrando la cabeza por detrás: Seguridad en sí mismo y superioridad.
  • Inclinar la cabeza: Interés o curiosidad genuina.
  • Caminar erguido: Confianza y seguridad en sí mismo.
  • Pararse con las manos en las caderas: Buena disposición para hacer algo.
  • Jugar con el cabello: Falta de confianza en sí mismo e inseguridad.
  • Comerse las uñas: Inseguridad o nervios.
  • Cabeza descansando sobre las manos o mirada hacia el suelo: Aburrimiento.
  • Cruzar las piernas, balanceando ligeramente el pie: Aburrimiento.
  • Brazos cruzados a la altura del pecho: Actitud defensiva o rechazo.
  • Caminar con las manos en los bolsillos o con los hombros encorvados: Abatimiento o introspección.
  • Manos en las mejillas: Evaluación o reflexión.
  • Frotarse un ojo: Dudas o cansancio.
  • Tocarse ligeramente la nariz: Mentir, dudar o rechazar algo.


El impacto cultural y los gestos


     En la narrativa, es fundamental considerar el contexto cultural de los personajes. Un gesto que indica afirmación en una cultura podría significar rechazo en otra. Al escribir historias con personajes de diferentes orígenes, asegúrate de investigar cómo se interpretan los gestos en sus respectivas culturas. Esto no solo agrega autenticidad, sino que también enriquece la diversidad en tus relatos.



Consejos prácticos para escritores

  • Muestra las emociones a través de acciones: En lugar de describir emociones directamente, usa el lenguaje corporal de tus personajes para que los lectores sientan lo que ellos sienten.
  • Varía los gestos: Evita que tus personajes repitan los mismos gestos constantemente. Esto puede hacer que parezcan unidimensionales.
  • Crea contradicciones: A veces, el lenguaje corporal puede contradecir lo que un personaje dice. Por ejemplo, un personaje podría decir "Estoy bien" mientras aprieta sus puños con tensión, lo que sugiere lo contrario.
  • Utiliza los gestos como foreshadowing: Algunos gestos pueden insinuar emociones o acciones futuras. Por ejemplo, un personaje que constantemente tamborilea los dedos puede estar acumulando tensión antes de estallar.


Conclusión


     El lenguaje corporal es una herramienta imprescindible para los escritores de novelas y relatos. Incorporar gestos y movimientos de manera intencional puede dar vida a los personajes y hacer que tus historias sean más inmersivas. La próxima vez que escribas, presta atención a cómo los gestos pueden complementar o incluso transformar la narrativa. ¡El cuerpo también cuenta historias!



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