29 junio 2025

Hablemos de Romance II

     Si no has leído la primera parte


6. Tipos de romances en la literatura


      El género romántico no es uniforme: existen múltiples tipos de romances, que varían según el tono, la ambientación, la edad de los protagonistas o el tipo de conflicto. A continuación, te presento una clasificación general de los tipos más comunes:


a) Comedia romántica (rom-com)


      Este tipo de romance prioriza el humor y las situaciones divertidas, aunque sin perder la carga emocional. Las comedias románticas juegan con malentendidos, coincidencias y diálogos ingeniosos. Son ligeras, frescas y muchas veces autorreferenciales.
     Ejemplo: Loca por las compras de Sophie Kinsella o Un beso en París de Stephanie Perkins.


b) Romance y drama


      Muchas historias románticas se centran en el dolor, la pérdida o las decisiones difíciles. Aquí, el amor no es solo consuelo, sino también prueba. El drama aporta realismo y profundidad emocional.
     Ejemplo: Yo antes de ti de Jojo Moyes, Posdata: te amo de Cecelia Ahern, donde el duelo y el amor conviven en una historia desgarradora pero esperanzadora.


c) Romance erótico


      Aquí el componente sexual es más explícito y juega un papel central en la relación de los personajes. No se trata solo de erotismo, sino de cómo el deseo físico refleja y afecta el vínculo emocional.
     Ejemplo: El día que me callé me salen subtítulos de Anabel García. Cincuenta sombras de Grey de E. L. James. El infierno de Gabriel de Sylvain Reynard, donde el erotismo y la intensidad emocional van de la mano.


d) Dark romance (oscuridad psicológica)


      Este subgénero aborda relaciones que se alejan de los estándares convencionales: puede haber obsesión, manipulación, trauma o violencia. Son historias intensas, controvertidas y muchas veces adictivas, que cuestionan los límites entre amor y poder.
     Ejemplo: El infierno de Gabriel de Sylvain Reynard, Corrupt de Penelope Douglas o El mar de la tranquilidad de Katja Millay han generado tanto admiración como polémica.
     Este cruce es ideal para quienes buscan emociones al límite y personajes con heridas profundas.


e) Romance contemporáneo


      Ambientado en el presente o en épocas recientes, suele abordar relaciones realistas, con personajes comunes enfrentando dilemas emocionales actuales. Puede incluir desde comedias románticas hasta dramas intensos.
     Ejemplo: El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen, La hipótesis del amor de Ali Hazelwood, con su combinación de ciencia, romance y humor y Los chicos del calendario de Candela Ríos, que juega con situaciones rocambolescas al estilo de un reality show.


f) Romance histórico


      El romance ambientado en otra época permite explorar las tensiones sociales, los roles de género y las restricciones culturales del pasado, todo a través de una historia amorosa. Aquí, el conflicto muchas veces surge del contexto: matrimonios arreglados, diferencias de clase, guerras, convenciones sociales rígidas.
     Ejemplos: Forastera de Diana Gabaldon. Jane Eyre de Charlotte Brontë. Los Bridgerton de Julia Quinn son un ejemplo perfecto: tramas románticas llenas de tensión sexual y humor, dentro de la alta sociedad londinense del siglo XIX.


g) Romance épico o aventurero


      Estas historias combinan el amor con la aventura, los viajes o las gestas heroicas. El romance suele estar enmarcado en contextos de guerra, peligro o viajes largos, donde el vínculo se forja o se prueba al límite.
     Ejemplo: Outlander de Diana Gabaldon, o La canción de Aquiles de Madeline Miller, donde el romance convive con el drama histórico y la épica.


h) Romantasy (paranormal o de fantasía)


      La romantasy es una de las mezclas más populares de los últimos años. Combina mundos mágicos, criaturas sobrenaturales, guerras épicas y reinos ancestrales con historias de amor intensas, muchas veces con tintes prohibidos o enemigos a amantes.
     Ejemplos: Crepúsculo de Stephenie Meyer, Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas, donde la protagonista se enamora de un fae en medio de una lucha política entre reinos mágicos, o Trono de cristal, también de Maas, donde el romance va creciendo en paralelo a la evolución personal de la protagonista.
     Este cruce apela tanto a los fans de la fantasía como a quienes buscan emociones intensas en un entorno distinto al real.


i) Ciencia ficción romance / Romance distópico


      El amor en futuros lejanos o mundos distópicos también tiene un público fiel. Aquí, la tecnología, la opresión social o los escenarios postapocalípticos son el telón de fondo para relaciones que desafían lo establecido. El amor funciona como resistencia, esperanza o vínculo humano en contextos deshumanizados.
     Ejemplo: En Delirium de Lauren Oliver, el amor está prohibido y considerado una enfermedad. En Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero, una detective androide se enfrenta a una red de crímenes mientras lidia con cuestiones de identidad y afecto. La quinta ola de Rick Yancey.
     Este cruce permite explorar preguntas éticas profundas, sin renunciar a la emoción romántica.


j) Sport Romance (deporte)


      Este subgénero ha ganado enorme popularidad en los últimos años, sobre todo en el ámbito del New Adult. Aquí, uno de los protagonistas (o ambos) suele ser deportista: jugadores de hockey, fútbol americano, boxeo, natación, etc. Las tramas giran en torno a la competencia, la disciplina, el equipo y el juego... pero también al amor.
     Romper el hielo de Hannah Grace y Pucking Around de Emily Rath son referentes.


k) Thriller romántico


      Este subgénero combina la tensión amorosa con el peligro, el crimen o el misterio. A menudo, los protagonistas deben confiar el uno en el otro mientras huyen, investigan o enfrentan una amenaza. El romance avanza al ritmo de la intriga.
     Ejemplo: Maldad de Leticia Sierra, donde una periodista investiga un crimen mientras se enreda en una relación complicada. La pareja de al lado de Shari Lapena, donde el amor y la sospecha van de la mano. Nora Roberts en muchas de sus novelas combinan a la perfección el misterio con la atracción amorosa, sin que uno opaque al otro.
     Es una mezcla ideal para quienes disfrutan del ritmo vertiginoso y las emociones fuertes.


l) Mafia romance (crimen organizado)


      Un cruce más oscuro y polémico es el del romance con el mundo del crimen, especialmente la mafia. Estos libros suelen explorar relaciones peligrosas, adictivas y llenas de poder, donde el protagonista masculino suele ser un mafioso o jefe criminal. Aunque no exentos de crítica por sus dinámicas tóxicas, títulos como Ruthless People de J.J. McAvoy o El príncipe cruel de Cora Reilly tienen legiones de seguidoras. Se caracterizan por el dramatismo extremo, la sensualidad intensa y el conflicto moral.


m) Romance LGBTQIA+


      Explora historias de amor entre personas del colectivo LGTBQIA+, con un enfoque que puede ser realista, histórico, fantástico o contemporáneo. Está en expansión y aporta nuevas perspectivas.
     Ejemplos: Rojo, blanco y sangre azul de Casey McQuiston, Heartstopper de Alice Oseman.


n) Romance juvenil (Young Adult)


      Protagonizado por adolescentes o jóvenes adultos, explora el primer amor, las inseguridades y los conflictos propios de esa etapa vital. Su tono puede ser tierno, intenso o trágico.
     Ejemplos: A todos los chicos de los que me enamoré de Jenny Han, Bajo la misma estrella de John Green. Puntuando el amor de Cristina Prieto Solano.


o) Romance New Adult


      Similar al anterior, pero con protagonistas entre los 20 y 30 años, enfrentando temas como el sexo, la independencia emocional, la identidad y los traumas del pasado. Suele incluir un tono más maduro y escenas explícitas.
     Ejemplo: Te esperaré de J. Lynn, Marfil de Mercedes Ron.


7. Romance y representación: diversidad y evolución del género


      Durante mucho tiempo, la literatura romántica estuvo dominada por historias que respondían a un patrón muy concreto: relaciones heterosexuales, protagonistas blancos, cisgénero, de clase media o alta, con finales felices tradicionales. Sin embargo, en las últimas décadas el romance ha evolucionado para abrirse a nuevas voces, realidades y formas de amar, enriqueciendo el género y haciéndolo más representativo de la sociedad actual.


a) Diversidad de identidades y orientaciones


      Uno de los mayores avances ha sido la incorporación de protagonistas LGBTQIA+. Hoy en día, es posible encontrar romances lésbicos, gays, bisexuales, asexuales o no binarios con una variedad de tonos y enfoques: desde la comedia ligera hasta el drama introspectivo. Estos libros permiten que lectores tradicionalmente invisibilizados se vean reflejados en historias de amor igual de válidas, profundas y emocionantes.
     Un gran ejemplo es Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo de Benjamin Alire Sáenz, una novela tierna y poética sobre el descubrimiento del amor entre dos chicos adolescentes latinos. Otro título destacado es Felices para siempre, Lara Jean de Jenny Han, que si bien sigue una estructura romántica clásica, lo hace con una protagonista asiático-americana, visibilizando otro tipo de representación.


b) Diversidad cultural y racial


      La expansión del romance también ha dado espacio a culturas y tradiciones distintas a la eurocéntrica. Autoras como Jasmine Guillory (La proposición) o Helen Hoang (La ecuación del amor) han incorporado protagonistas afroamericanos o vietnamitas-estadounidenses, integrando en sus tramas elementos culturales que enriquecen la historia.
     La inclusión de voces diversas no solo amplía el espectro de representación, sino que también permite explorar cómo el amor se vive y se enfrenta en distintos contextos sociales, religiosos o familiares. Esto añade profundidad a los conflictos y vuelve las tramas más realistas.


c) Neurodivergencias y discapacidad


      Otro aspecto cada vez más presente en el romance contemporáneo es la representación de personas con autismo, trastornos de ansiedad, discapacidad física o enfermedades crónicas. Estas historias no buscan inspirar lástima, sino mostrar que el amor también florece en cuerpos y mentes diversas.
     El test del amor de Helen Hoang, protagonizado por una mujer con síndrome de Asperger, o Bajo la misma estrella de John Green, donde los personajes viven con enfermedades terminales, demuestran que el amor puede ser complicado, hermoso y transformador más allá de cualquier etiqueta médica.


d) Nuevas formas de relacionarse


      La evolución del género también abarca la manera en que se entienden las relaciones. Hoy podemos encontrar romances que exploran el poliamor, las relaciones abiertas o los vínculos no convencionales. Aunque aún minoritarios, estos relatos están abriendo la puerta a nuevas conversaciones sobre el amor, el deseo y la intimidad.
     El romance se convierte así no solo en entretenimiento, sino en una herramienta para cuestionar normas, ensanchar límites y reflejar realidades que durante años han sido silenciadas.


8. ¿Por qué el romance sigue siendo uno de los géneros más leídos?


      El romance, pese a los prejuicios que a menudo lo rodean, es uno de los géneros más vendidos y consumidos del mundo. Esta popularidad no es casual: el romance responde a necesidades humanas profundas y se adapta con facilidad a los cambios culturales. Aquí algunas de las razones que explican su éxito sostenido.


a) El amor como experiencia universal


      Todos, en algún momento, hemos sentido deseo, atracción, decepción, miedo o ternura. El romance conecta con esas emociones básicas que atraviesan todas las edades, géneros y culturas. Aunque no todas las personas viven el amor de la misma manera, todas pueden empatizar con la necesidad de ser vistas, comprendidas y queridas.
     Esa identificación emocional convierte al romance en una lectura envolvente, reconfortante y, en muchos casos, sanadora.


b) Satisfacción emocional y esperanza


      Una característica distintiva del género es su apuesta por los finales felices o esperanzadores. Aunque los personajes sufran o pasen por conflictos, el lector sabe que llegará una recompensa. Esta previsibilidad emocional, lejos de ser un defecto, es una de sus grandes virtudes: brinda consuelo, optimismo y la sensación de que, incluso en tiempos oscuros, el amor puede triunfar.
     Por eso, en momentos de crisis o incertidumbre (como durante la pandemia), las ventas de libros románticos suelen aumentar: ofrecen un refugio emocional.


c) Versatilidad temática


      Como vimos en los puntos anteriores, el romance se combina con casi cualquier otro género. Esto permite que lectores muy distintos encuentren su rincón dentro del romance: quien busca acción y ciencia ficción puede leer Una corte de rosas y espinas, mientras que quien prefiere la ternura adolescente puede optar por Heartstopper de Alice Oseman. Esta flexibilidad hace que el romance siempre tenga algo nuevo que ofrecer, sin perder su esencia.


d) Protagonistas que inspiran


      Muchas lectoras encuentran en el romance no solo historias de amor, sino también modelos de empoderamiento, evolución personal y toma de decisiones. Las protagonistas suelen ser mujeres que aprenden a conocerse, a valorarse y a defender lo que desean. En ese sentido, el romance puede ser también feminista, reivindicativo y profundamente inspirador.
     Autoras como Elísabet Benavent, Mariana Enríquez o Colleen Hoover han conquistado al público precisamente por retratar personajes femeninos complejos, imperfectos y valientes.


e) Comunidad lectora y fenómeno social


      El romance ha creado comunidades muy activas y fieles, tanto en redes sociales como en clubes de lectura. Booktok, por ejemplo, ha viralizado novelas románticas que luego se convierten en fenómenos editoriales. Esta comunidad no solo recomienda libros, sino que también debate, celebra y defiende el valor del romance como género literario digno.
     Así, el romance trasciende la lectura individual para convertirse en un fenómeno compartido, en una conversación constante sobre lo que significa amar y ser amado.




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