Reseña de El peso de corazón

Hay lecturas que se te quedan grabadas sin que puedas explicar del todo por qué. No es solo que te guste el libro, es que te encuentra en el instante preciso y conecta contigo de una forma especial. Eso fue lo que me pasó con Lágrimas en la lluvia, la novela con la que Rosa Montero nos regaló a Bruna Husky, un personaje que me marcó profundamente. Aunque aquella historia se cerraba por completo, me apetece mucho reencontrarme con ella.       Sin más preámbulos os dejó con la reseña:
FICHA TÉCNICA
	Título: El peso de corazón  Autor: Rosa Montero Género: Ciencia ficción Publico: Adulto Idioma: Español Publicado: 2015 Páginas: 400
SINOPSIS
El regreso de la detective Bruna Husky. Un thriller, una novela de aventuras, una historia de fantasía, de amor… Un relato legendario.      Contratada para resolver un caso a primera vista sencillo, la detective Bruna Husky se enfrenta a una trama de corrupción internacional que amenaza con desestabilizar el frágil equilibrio entre una Tierra convulsa y la dictadura religiosa de Reino de Labari. En un futuro en el que la guerra está supuestamente erradicada, Bruna lucha contrarreloj por la libertad y en defensa de la vida, mientras asimila los sentimientos contradictorios que le produce hacerse cargo de una niña pequeña. Bruna Husky es una heroína extrema y fascinante; una superviviente capaz de todo que se debate entre la fragilidad y la dureza, entre la autosuficiencia y la desesperada necesidad de cariño. Es una fiera atrapada en la cárcel de su corta vida, un tigre que va y viene ante los barrotes de su jaula «para que no se le escape el único y brevísimo instante de la salvación», como el felino de la bella frase de Elias Canetti.      El peso del corazón es un thriller, una novela de aventuras política y ecológica, una historia de fantasía y ciencia ficción, un relato mítico, un cuento para adultos, una reflexión sobre la creación literaria, una metáfora sobre el peso de la vida y la oscuridad de la muerte… ¡Y una historia de amor! Rosa Montero regresa al mundo fascinante que creó en Lágrimas en la lluvia y nos sorprende de nuevo con esa potencia narrativa que ha convertido a Bruna Husky en una protagonista legendaria.
RESEÑA (CAPRIDE)
En El peso del corazón, Rosa Montero recupera a Bruna, su inolvidable replicante de combate. Conocimos a esta tecnohumana en la anterior novela, pero no es imprescindible haber leído la primera entrega para disfrutar de esta nueva aventura, aunque sin duda enriquece la experiencia. En mi caso así ha sido, leí Lágrimas en la lluvia, y después de conocer a Bruna, necesitaba volver a cruzarme con ella. Consistencia       Rosa Montero construye una historia sólida, sin contradicciones notables en la trama. Cada suceso, desde el encargo inicial hasta la escalada del conflicto con implicaciones globales, fluye con naturalidad dentro de las reglas del universo futurista. Las decisiones de los personajes, especialmente de Bruna, resultan coherentes con su naturaleza replicante y su particular código moral, donde la búsqueda de justicia choca constantemente con su instinto de supervivencia.       El tema central: la humanidad de lo no humano, se mantiene presente en cada hilo de la trama, ya sea en el conflicto principal o en las subtramas: la relación con la niña, el pasado militar de Bruna, la corrupción política y las consecuencias del poder desmedido. No hay elementos que parezcan forzados; incluso el toque romántico que asoma en ciertos momentos está integrado de forma natural en la evolución emocional de la protagonista. Ambientación       Uno de los grandes aciertos de El peso del corazón es la ambientación. El mundo descrito, aunque situado cien años en el futuro, resulta alarmantemente cercano. Desde un Madrid transformado pero reconocible hasta las islas flotantes y el Reino de Labari, todo está impregnado de un realismo que permite imaginar cada escenario con nitidez. Montero no solo describe con detalle visual, sino que apela al olfato, al tacto y al ruido de este mundo futurista, creando una atmósfera palpable.      Cada localización tiene una intención narrativa clara: las fronteras, las desigualdades sociales, el fanatismo religioso, la decadencia política... Todo ello afecta directamente a las decisiones y conflictos de los personajes. La ambientación no solo es verosímil, sino que también está perfectamente integrada en la trama, enriqueciendo la experiencia del lector sin interrumpir el ritmo narrativo. Personajes       Bruna Husky vuelve a demostrar por qué es uno de los personajes más complejos y entrañables de la ciencia ficción española. Sus metas: resolver el caso, sobrevivir, encontrar sentido a su existencia limitada; son claras, y sus conflictos internos están retratados con una profundidad conmovedora. La tensión constante entre su programación de combate y sus emociones humanas es el núcleo de su desarrollo. Bruna es, sin duda, un personaje inolvidable, y su evolución emocional a lo largo del libro es una de las grandes bazas de esta novela.      Los personajes secundarios no son meros acompañantes. La niña a la que Bruna acoge, el replicante con quien se encuentra en la misión, su mascota Bartolo, e incluso el "sobón", su ex pareja, aportan capas de complejidad emocional, humor y tensión. Las relaciones son reales, llenas de altibajos, marcadas por el pragmatismo pero también por la ternura.      Los antagonistas no son simples villanos. Están motivados por intereses comprensibles (poder, supervivencia, fanatismo), lo que los hace más creíbles. Los diálogos reflejan fielmente el carácter de cada personaje, sin caer en clichés. Incluso cuando hay arquetipos, Montero los subvierte o les da una profundidad inesperada. Ritmo      El ritmo es ágil, dinámico, con una combinación efectiva de escenas de acción, investigación y reflexión personal. Desde el inicio, con el encargo de la investigación del robo del diamante, el interés se mantiene constante. Las escenas se suceden sin pausas innecesarias y las transiciones entre capítulos son naturales y bien dosificadas.      Aunque algunos lectores podrían considerar que el final se resuelve con cierta rapidez, esto se ajusta al tono general de la historia: la tensión ha ido in crescendo y la resolución, aunque rápida, no es abrupta. La narración evita rellenos, las descripciones son concisas y la acción está medida.      El ritmo se adapta perfectamente al género híbrido de la novela (ciencia ficción con alma de thriller) y mantiene al lector enganchado de principio a fin. Intriga      El conflicto inicial (la investigación de un robo) pronto se revela como la punta del iceberg de una trama mucho más compleja: una amenaza nuclear, corrupción política y una red de intereses que podrían afectar a toda la humanidad. Cada giro es coherente, pero no previsible, y la historia sorprende constantemente sin caer en el efectismo.      La tensión se distribuye de forma inteligente. Hay momentos de respiro emocional (como las interacciones con la niña o Bartolo) y otros de tensión máxima que empujan a seguir leyendo. Las preguntas planteadas se resuelven satisfactoriamente, sin dejar cabos sueltos.      El suspense está muy bien manejado y la sensación de peligro constante que rodea a Bruna refuerza esa intriga, mientras que el contexto sociopolítico aporta una dimensión más profunda. El libro, además, te deja con ganas de saber más, de volver a este mundo y a esta protagonista, lo que dice mucho de su capacidad para atrapar al lector. Disfrute       El peso del corazón es una novela que se disfruta desde muchos ángulos: por su trama bien construida, por su crítica social, por el carisma de sus personajes y por su profundidad emocional. Es imposible no empatizar con Bruna, reír con Bartolo o conmoverse con la dureza de ciertas decisiones.      Hay momentos intensos que provocan reflexión sobre qué significa ser humano, sobre el miedo a la muerte, el amor, la soledad, el poder o la moralidad. Rosa Montero logra tocar estas fibras sin caer en la sensiblería. Es una lectura que emociona y que, incluso después de terminarla, continúa resonando.      Lo recomendaría sin reservas, incluso a quienes no son lectores habituales de ciencia ficción. Y sí, he quedado con ganas de más Bruna Husky. Escritura       La prosa de Rosa Montero es clara, directa, con destellos poéticos que enriquecen sin entorpecer la fluidez. Evita tecnicismos innecesarios, lo cual permite que cualquier lector (experto o no en ciencia ficción) pueda sumergirse en este universo sin dificultad. Las descripciones están cargadas de imágenes poderosas, a menudo integradas en la acción o el pensamiento de los personajes.       Los diálogos son naturales, fieles a las voces individuales de los personajes. El estilo narrativo tiene personalidad propia, con frases que a veces parecen aforismos y que contribuyen al tono filosófico que subyace en la novela.       El uso de figuras retóricas, como metáforas o paralelismos, es sutil pero efectivo. La estructura narrativa, en tercera persona, se mantiene estable, sin cambios de perspectiva confusos. En definitiva, se trata de una escritura que logra equilibrio entre accesibilidad y profundidad.       En resumen, El peso del corazón es una novela que, como su predecesora, trasciende el género. No solo es una historia de ciencia ficción, ni una novela negra ni una reflexión filosófica sobre la condición humana: es todo eso al mismo tiempo. Rosa Montero vuelve a demostrar que puede emocionarnos y hacernos pensar con una narrativa inteligente, intensa y cercana.      Si ya conoces a Bruna, este libro es un reencuentro imperdible. Si no, es una excelente forma de adentrarte en su universo. Autoconclusiva, emocionante, lúcida y con mucho corazón.
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