1. Introducción
Definición de Romantasy
El término Romantasy surge de la combinación de las palabras romance y fantasy, describiendo un subgénero literario en el que la historia de amor es un elemento central dentro de un mundo fantástico. A diferencia de la fantasía tradicional, donde el romance puede ser un subtexto o una trama secundaria, en el Romantasy ambas tramas se entrelazan de manera equilibrada, afectando tanto la construcción del mundo como el desarrollo de los personajes.
Este género se distingue por incluir elementos característicos de la fantasía, como magia, criaturas sobrenaturales y mundos inventados, combinados con los tópicos clásicos del romance, como el enemies to lovers, el amor prohibido o el triángulo amoroso.
Origen y evolución del término
Si bien la mezcla de romance y fantasía no es nueva—se pueden encontrar elementos en mitologías antiguas, en cuentos de hadas y en obras clásicas como La Bella y la Bestia o Tristán e Isolda—, el término "Romantasy" como tal comenzó a utilizarse con mayor frecuencia en los últimos años, especialmente con el auge de plataformas como TikTok y Goodreads.
A finales del siglo XX y principios del XXI, autoras como Marion Zimmer Bradley (Las nieblas de Avalon), Anne Rice (Crónicas vampíricas), y más adelante Stephanie Meyer (Crepúsculo) o Cassandra Clare (Cazadores de sombras), marcaron el camino para que el Romantasy se consolidara como un género propio dentro de la literatura juvenil y adulta.
Popularidad y auge del género en la actualidad
El Romantasy ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década, convirtiéndose en un fenómeno de ventas, especialmente en el ámbito juvenil y new adult. Libros como Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas o Fourth Wing de Rebecca Yarros han dominado las listas de bestsellers y generado comunidades de fans apasionados.
El auge del género también ha sido impulsado por las redes sociales, en particular BookTok y Bookstagram, donde los lectores comparten recomendaciones y fragmentos de libros que capturan la emoción del romance en mundos fantásticos. Además, la creciente demanda de adaptaciones cinematográficas y televisivas (como Shadow and Bone de Netflix) ha llevado el Romantasy a nuevas audiencias, consolidándolo como una tendencia en la narrativa contemporánea.
2. Elementos clave del Romantasy
Fusión de romance y fantasía
El Romantasy se define por la combinación equilibrada entre el romance y la fantasía, donde ambos elementos son esenciales para la historia. A diferencia de una novela de fantasía tradicional, donde el romance puede ser secundario, o una novela romántica con toques fantásticos, en el Romantasy ambos géneros coexisten de manera equitativa.
La fantasía aporta escenarios mágicos, criaturas míticas y conflictos épicos, mientras que el romance introduce la conexión emocional entre los personajes, el desarrollo de relaciones y los dilemas sentimentales que enriquecen la historia. Esta fusión permite explorar temas como el amor prohibido entre razas mágicas, el sacrificio por la persona amada o la lucha contra el destino para estar juntos.
Construcción de mundos mágicos
Uno de los aspectos más atractivos del Romantasy es la creación de mundos únicos que sirven de escenario para la historia. Estos mundos pueden estar inspirados en mitologías antiguas, en ambientaciones medievales o en sociedades futuristas con elementos mágicos.
Para que un Romantasy funcione, es crucial que el universo en el que se desarrolla sea coherente y atractivo.
Esto implica:
- Sistemas de magia bien definidos (¿Cómo funciona la magia? ¿Cuáles son sus límites?).
- Criaturas fantásticas y seres sobrenaturales (dragones, hadas, vampiros, elfos).
- Jerarquías políticas y sociales (reinos, clanes, sociedades secretas).
- Elementos de cultura y tradiciones (lenguas, festivales, mitologías propias).
Cuando estos elementos están bien trabajados, el lector no solo se sumerge en la historia de amor, sino que también se deja envolver por el universo en el que esta ocurre.
Desarrollo de relaciones amorosas dentro de la trama
El romance en el Romantasy no es un simple adorno, sino un pilar fundamental de la historia. La relación entre los personajes principales suele desarrollarse a lo largo de la trama, con obstáculos que van desde conflictos personales hasta amenazas mágicas o políticas.
Algunos aspectos clave en el desarrollo de las relaciones incluyen:
- Crecimiento mutuo: Los protagonistas cambian y evolucionan a través de su relación.
- Tensión y conflicto: La relación rara vez es fácil; hay malentendidos, prohibiciones y desafíos externos.
- Equilibrio con la trama principal: Aunque el romance es importante, no debe eclipsar la construcción del mundo ni la historia de fondo.
En los mejores Romantasy, la relación amorosa se siente orgánica y complementaria a la historia general, en lugar de forzada o superficial.
Tropes y clichés más comunes
El Romantasy tiene una serie de tropos recurrentes que han demostrado ser efectivos para enganchar a los lectores.
Algunos de los más populares incluyen:
- Enemies to lovers: Dos personajes que comienzan odiándose pero terminan enamorados (*Ejemplo: Jude y Cardan en Los habitantes del aire).
- Amor prohibido: Relaciones imposibles debido a diferencias sociales, mágicas o políticas (*Ejemplo: Feyre y Rhysand en Una corte de rosas y espinas).
- Triángulo amoroso: La protagonista se debate entre dos intereses amorosos con personalidades opuestas (*Ejemplo: Katniss, Peeta y Gale en Los juegos del hambre).
- Destino predestinado: Los amantes están destinados a estar juntos por una profecía o un lazo mágico (*Ejemplo: Poppy y Casteel en De sangre y cenizas).
- Mortal e inmortal: Un romance entre un humano y una criatura mágica inmortal (*Ejemplo: Bella y Edward en Crepúsculo).
Si bien estos clichés pueden ser predecibles, cuando se utilizan con creatividad pueden dar lugar a historias frescas y emocionantes.
3. Historia y evolución del género
Influencias clásicas: mitología y literatura medieval
El Romantasy tiene raíces profundas en la literatura clásica y la mitología. Desde tiempos antiguos, las historias de amor han estado entrelazadas con lo sobrenatural, lo mágico y lo épico.
- Mitología griega y romana: Relatos como el de Eros y Psique o Orfeo y Eurídice presentan elementos románticos dentro de un mundo divino y mágico, con desafíos y pruebas que los protagonistas deben superar por amor.
- Literatura medieval y caballeresca: En la Edad Media, las historias de caballeros y damas incluyeron romances imposibles, amores trágicos y elementos fantásticos. Ejemplos como Tristán e Isolda o El caballero del León de Chrétien de Troyes muestran cómo el amor se entrelaza con la magia y la aventura.
- Cuentos de hadas y folklore: Relatos como La Bella y la Bestia o La Sirenita combinan romance con elementos sobrenaturales, estableciendo muchas de las bases narrativas que se ven en el Romantasy actual.
Primeros exponentes en la literatura
Si bien el término Romantasy es relativamente reciente, muchas obras de la literatura clásica contienen esta fusión de romance y fantasía.
Algunos ejemplos clave incluyen:
- Mary Shelley – Frankenstein (1818): Aunque más cercano al terror gótico, el conflicto de amor imposible con un ser sobrenatural es un elemento presente.
- Charlotte Brontë – Jane Eyre (1847): Incluye elementos góticos que luego influenciarían al Romantasy, como el amor con un hombre enigmático con un secreto oscuro.
- George MacDonald – Phantastes (1858): Considerada una de las primeras novelas de fantasía moderna con un fuerte componente romántico.
- J.R.R. Tolkien – El Señor de los Anillos (1954-1955): Aunque más orientado a la fantasía épica, la historia de Aragorn y Arwen es un claro ejemplo de romance dentro de un mundo mágico.
Romantasy en el siglo XX y su consolidación
A medida que la literatura fantástica creció durante el siglo XX, el romance comenzó a tener un papel más destacado dentro del género.
Algunas autoras ayudaron a cimentar lo que hoy conocemos como Romantasy:
- Anne Rice – Crónicas vampíricas (1976-2003): Relatos góticos llenos de romance trágico con criaturas inmortales.
- Marion Zimmer Bradley – Las nieblas de Avalon (1983): Una reinterpretación feminista de la leyenda artúrica con un fuerte componente romántico y mágico.
- Juliet Marillier – Hija del bosque (1999): Mezcla romance con folklore celta y magia, consolidando un estilo narrativo que influenciaría el Romantasy moderno.
Auge en la literatura juvenil y contemporánea
El boom del Romantasy ocurrió en el siglo XXI, especialmente con la explosión de la literatura juvenil (YA fantasy). La mezcla de romance y mundos mágicos se volvió una fórmula de éxito con sagas que marcaron generaciones:
- Stephenie Meyer – Crepúsculo (2005-2008): Un romance paranormal con vampiros que popularizó el trope del “mortal e inmortal” en el mainstream.
- Cassandra Clare – Cazadores de sombras (2007-2022): Introdujo un universo lleno de magia con relaciones amorosas intensas y dramáticas.
- Sarah J. Maas – Trono de cristal (2012-2018) y Una corte de rosas y espinas (2015-presente): Obras que consolidaron el Romantasy como un género propio dentro del New Adult, con tramas románticas intensas y mundos mágicos elaborados.
- Rebecca Yarros – Alas de sangre (2023): Una de las obras más recientes que ha revitalizado el género, combinando romance con dragones y academias militares mágicas.
Este auge ha sido impulsado por redes sociales como BookTok y Bookstagram, donde las historias con romances apasionados y escenarios fantásticos generan grandes comunidades de fans. Además, la tendencia de adaptar estos libros a series y películas ha ayudado a consolidar el Romantasy como un género relevante en la literatura contemporánea.
4. Subgéneros y variantes
El Romantasy no es un género uniforme, sino que abarca diferentes subgéneros que varían en ambientación, tono y estilo narrativo. Cada variante ofrece una forma distinta de combinar el romance con la fantasía, permitiendo que el género se adapte a distintos tipos de lectores.
High fantasy con romance
El high fantasy o fantasía épica se caracteriza por desarrollarse en mundos completamente ficticios con sistemas de magia complejos, criaturas mitológicas y tramas de gran escala, como guerras, profecías o luchas por el poder. En este tipo de historias, el romance suele entrelazarse con la narrativa principal, aportando profundidad emocional a los personajes.
Ejemplo:
- J.R.R. Tolkien – El Señor de los Anillos: Aunque la historia se enfoca más en la fantasía épica, el romance entre Aragorn y Arwen es un claro ejemplo de amor dentro de un mundo fantástico, con sacrificios, diferencias de raza (humano-elfa) y un destino incierto.
- Sarah J. Maas – Trono de Cristal: Aunque es una saga de fantasía épica con múltiples tramas políticas y de acción, el romance juega un papel crucial en el desarrollo de la protagonista.
En este subgénero, el romance suele ser parte del viaje del héroe y su evolución, más que el eje central de la historia.
Urban fantasy con romance
El urban fantasy se ambienta en el mundo real o en una versión alterada de la actualidad, donde la magia y lo sobrenatural coexisten con la vida cotidiana. En este tipo de historias, el romance suele ser más dinámico y tiene un tono más juvenil, combinando elementos modernos con mitología, magia o seres sobrenaturales.
Ejemplo:
- Cassandra Clare – Cazadores de Sombras: Ambientada en un mundo donde los cazadores de sombras conviven con vampiros, brujos y hadas, la historia mezcla acción, magia y relaciones románticas intensas, con parejas icónicas como Clary y Jace.
- Richelle Mead – Vampire Academy: Una historia de romance paranormal en un mundo donde los vampiros tienen una sociedad secreta y hay guardianes que los protegen.
Este subgénero es muy popular en la literatura juvenil, ya que combina la fantasía con escenarios reconocibles, lo que facilita la inmersión del lector.
Dark Romantasy
El dark romantasy (fantasía oscura con romance) se caracteriza por tonos más sombríos, atmósferas góticas y protagonistas moralmente ambiguos. En este tipo de historias, el romance suele estar marcado por la tensión, la atracción peligrosa y los dilemas éticos. A menudo incluye protagonistas con poderes oscuros, enemigos destinados a enamorarse o amores condenados.
Ejemplo:
- Sarah J. Maas – Una corte de rosas y espinas: Una historia donde el romance entre Feyre y Rhysand se desarrolla en un mundo de cortes mágicas con una ambientación oscura y sensual.
- Laura Thalassa – The Bargainer: Un romance con un ser inmortal y un contrato mágico que ata a la protagonista a un destino incierto.
Este subgénero apela a lectores que disfrutan de historias intensas, con personajes complejos y un toque de peligro en las relaciones amorosas.
Retellings románticos de cuentos clásicos
Los retellings son reinterpretaciones de cuentos de hadas o mitologías clásicas, pero con un giro romántico que los hace más atractivos para el público contemporáneo. Estas historias suelen explorar nuevos ángulos de personajes icónicos o reimaginar los finales tradicionales.
Ejemplo:
- Marissa Meyer – Heartless: Una historia que cuenta el origen de la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas, explorando su vida antes de convertirse en villana y su trágico romance.
- Brigid Kemmerer – Una maldición oscura y solitaria: Una versión de La Bella y la Bestia con una protagonista más fuerte y un desarrollo romántico profundo.
- Jennifer Donnelly – Stepsister: Un retelling de Cenicienta desde el punto de vista de una de sus hermanastras, con una historia de redención y autodescubrimiento.
Los retellings permiten explorar historias familiares desde una nueva perspectiva, con personajes más complejos y un desarrollo romántico más elaborado.
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