Perdí mi batalla en tu mirada.
Perdí mi voz en tu silencio.
No quiero amarte,
saber que quieres irte y olvidarme.
No quiero quererte,
necesitar hablarte y añorarte.
No quiero enamorarme,
seguir tus pasos y tropezarme.
No quiero desearte
y ya es demasiado tarde.
Nunca me olvidaré de ti,
ni de tus ojos ni de tu risa,
ni de tu voz que mientras duerme
relata cuánto se arrepiente.
Siempre me acordaré de ti,
y de tus celos y de tus miedos,
y de tu prisa cada vez
que quise retenerte.
Soy yo, quien por no despedirse,
empeñó su futuro al recordarte.
Soy yo, quien por volver a seducirte,
decidió quedarse sin presente.
Asegúrame que cuando me marche,
no pretenderás volver a verme
Asegúrame que cuando te olvide,
no pretenderás volver a buscarme.
10 febrero 2022
No te vayas
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