Kris Kelvin acaba de llegar a Solaris. Su misión es esclarecer los problemas de conducta de los tres tripulantes de la única estación de observación situada en el planeta. Solaris es un lugar peculiar: no existe la tierra firme, únicamente un extenso océano dotado de vida y presumiblemente, de inteligencia. Mientras tanto, se encuentra con la aparición de personas que no deberían estar allí. Tal es el caso de su mujer —quien se había suicidado años antes—, y que parece no recordar nada de lo sucedido. Stanislaw Lem nos presenta una novela claustrofóbica, en la que hace un profundo estudio de la psicología humana y las relaciones afectivas a través de un planeta que enfrenta a los habitantes de la estación a sus miedos más íntimos.
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En las obras de ficción, de Stanislaw, las nuevas tecnologías, la inteligencia, la comunicación entre especies racionales y las limitaciones de la mente humana son temas recurrentes. Y Solaris no iba a ser menos. Además ha sido traducido a más de 40 idiomas siendo uno de los escritores no anglosajones más famosos del género.
Solaris ha sido llevada, dos veces al cine: la primera de ellas por Tarkovsky en 1972, sobre la que Stanislaw dijo que: Yo le di a ese tío mi libro y él me lo devolvió convertido en Crimen y castigo; y la segunda estadounidense de Steven Soderbergh en el 2002, donde su comentario fue: Hasta donde yo sé, mi novela se titula Solaris, no Amor en el espacio exterior.
Las descripciones sobre el océano, que rodea todo el planeta y que es capaz de crear a su vez otros seres como: los mimoides, las simetriadas o los asimetriadas, son demasiado minuciosas en ocasiones y otras difíciles de seguir o imaginar. Llegando a molestar ya que interrumpe la trama en la estación que es más interesante, sin embargo, estás aportan una verosimilitud a la novela.
Siento que abusa de contar los estudios previos en lugar de mostrarnos lo que va aprendiendo de Solaris con acciones. La creación de esa ambientación juega en contra de la historia, haciendo necesario sacrificar parte de la trama, incluso simplificarla, con el fin de evocar un paisaje extraterrestre. Conduciéndola hacia un final abierto y un nudo poco elaborado.
Lem nos hace conscientes, de como los humanos necesitamos pasar todo por nuestro lente, queda reflejado en la parte en la que los protagonistas intentan atribuir semejanzas con la tierra a las formaciones mimoides.
Muchas obras de ciencia ficción contemplan comunicaciones entre el ser humanos y otras especies de humanides racionales, Lem nos plantea una perspectiva más realista, en la que la vida en otros planetas, no es similar a la nuestra. El autor nos muestra unos personajes incapaces de comunicarse entre ellos y deja de manifiesto que si somos incapaz de hacerlo con nuestros semejantes como lo vamos a conseguir con entidades tan diferentes a nosotros.
Cuando Kelvin se reencuentra con Harey, observamos un cambio de temática. Al principio predomina claramente la académica. Después al menos durante un periodo de tiempo, trata temas más intimistas. Para finalizar, de nuevo con la temática divulgativa.
Stanislaw también nos deja claro, que está entidad inteligente es mucho más evolucionada que el humano, ya que es solaris quien demuestra un mayor esfuerzo por establecer un contacto con los personajes. Incluso el personaje de Harey acabo por tomar una decisión mucho más altruista que el resto de personajes a los que presenta como egoístas.
Lo que más me ha gustado de está novela es la base científica tan solida que tiene, haciendo que la historia sea muy creíbles y lo que menos es que en algunas partes del libro, parece que estes leyendo un ensayo psicológico o metafísico más que novelístico. El autor se centra en cuestiones meramente psicológicas, profundizando en la mentalidad de los personajes, en lugar de en la premisa del libro, que es la comunicación con una inteligencia extraterrestre. Tampoco me ha gustado el hecho de que haya dejado cabos sueltos o algunos puntos sin acabar de cerrar.
¿A quién se la recomiendo?
Supongo que no es para todo el mundo, ya que ni siquiera yo misma soy capaz de decir si me ha gustado o no. La temática es muy interesante y original, pero quizá el desarrollo se me hace en ocasiones pesado llegando a sacarme de la novela en un par de capítulos.
Sin duda es una novela que todo amante de la ciencia ficción debería leer.
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