27 noviembre 2024

Teniente Astray


Él es el responsable de que todo salga bien. La misión, clara: interceptar un objeto volador de origen desconocido. Sube a su caza. Escanea el cielo y permanece atento a cualquier movimiento, mas no hay rastro alguno. De repente, un fogonazo: un relámpago sin trueno se disuelve en la noche. Un torbellino de luces lo envuelve, y frente a él, una pirámide flotante activa todas las alarmas. A través de sus auriculares, escucha algo insólito: voces infantiles que le preguntan: ¿quién es? Apaga la radio, aunque las risas continúan. Pone rumbo a la base, pero el caza se estrella a pocos kilómetros. Sus restos se desvanecen. Las últimas palabras registradas en la caja negra: «Lo sentimos. No podemos dejar testigos».



Si quieres leer más relatos


No hay comentarios:

Publicar un comentario