05 diciembre 2025

Reseña de Los tiempos de odio

      Cuando leí esta novela, con una trama tan sólida me pregunte si está sería la última entrega de la saga, ya que Montero parecía jugar con ello en un final que seguramente generará opiniones encontradas al respecto. Al finalizar la lectura de este libro, tuve un encuentro de autor con la autora con un grupo de lectura. Y ella misma, nos confirmó que tenía pensado un cuarto libro, lo cual me alegro muchísimo, porque no estaba preparada para despedirme de Bruna.
      Sin más preámbulos os dejó con la reseña:


FICHA TÉCNICA


Título: Los tiempos de odio
Autor: Rosa Montero
Género: Ciencia ficción
Publico: Adulto
Idioma: Español
Publicado: 2018
Páginas: 400


SINOPSIS

      «De todos los personajes, Bruna Husky es el más cercano a mí en un sentido muy íntimo», Rosa Montero.
     Independiente, poco sociable, intuitiva y poderosa, la detective replicante Bruna Husky sólo tiene un punto vulnerable: su gran corazón. Cuando el inspector Lizard desaparece sin dejar rastro, la detective se lanza a una búsqueda desesperada y contrarreloj del policía. Su investigación la lleva a una colonia remota de Nuevos Antiguos, una secta que reniega de la tecnología, así como a rastrear los orígenes de una oscura trama de poder que se remonta al siglo xvi. Mientras tanto, la situación del mundo se hace más y más convulsa, la crispación populista aumenta y la guerra civil parece inevitable.
     Bruna tendrá que hacer frente a su mayor temor, la muerte, en una historia que es un certero y deslumbrante retrato de los tiempos en que vivimos.
Los tiempos del odio es una novela intensa y de acción trepidante, en la que están presentes los grandes temas de Rosa Montero: el paso del tiempo, la necesidad de los otros para que la vida merezca la pena, la pasión como rebelión frente a la muerte, los excesos del poder y el horror de los dogmas.


RESEÑA (CAPRIDE)

      Con Los tiempos del odio, Rosa Montero cierra la trilogía protagonizada por Bruna Husky, una detective replicante marcada por su pasado, su humanidad a contracorriente y una fuerza que emociona. Tras Lágrimas en la lluvia y El peso del corazón, esta tercera entrega nos sumerge en una carrera contrarreloj donde Bruna deberá enfrentarse a un secuestro, una amenaza social y política de proporciones devastadoras, y al mayor de los enemigos: el paso del tiempo. La novela conserva la mezcla de ciencia ficción, thriller e introspección que caracteriza a la saga, pero también se atreve a romper su estructura anterior, aportando un ritmo más directo y un conflicto más emocional.


Consistencia

      En esta novela, Montero mantiene la coherencia del universo creado en los títulos anteriores: una sociedad futurista profundamente desigual, atravesada por tensiones tecnológicas, políticas y raciales. Los conflictos ya insinuados (el auge de los grupos xenófobos, el deterioro ecológico, el uso instrumental de la tecnología) se intensifican, y la autora los utiliza con maestría para construir una amenaza que no solo pone en riesgo a los personajes, sino a toda la sociedad.
     Respecto al desarrollo de la trama, destaca la solidez con la que se construyen los distintos niveles del conflicto: el secuestro del inspector Lizardi sirve como detonante para una investigación que no tarda en adquirir tintes de conspiración política y terrorismo de Estado. Aunque algunos elementos secundarios quedan en segundo plano, el foco principal es claro y se sostiene con tensión creciente hasta el final.
     La evolución emocional de Bruna, eje de toda la trilogía, también resulta consistente. Su lucha por vivir con dignidad, amar sin miedo y sostener sus principios en un mundo cada vez más deshumanizado culmina aquí con potencia y verosimilitud.


Ambientación

      Una vez más, Montero destaca en la creación de un mundo futurista reconocible, tangible y profundamente inquietante. La acción se sitúa en un Madrid del año 2110, distópico pero familiar, donde conviven humanos, replicantes y alienígenas. La ambientación combina con habilidad elementos realistas (como los barrios marginales, los pisos precarios, el calor asfixiante o la burocracia policial) con otros más propios de la ciencia ficción: implantes tecnológicos, robots con personalidades propias, o inteligencia artificial omnipresente.
     En esta novela, la autora expande el mapa de su universo: viajamos a zonas rurales devastadas por la desertificación, entramos en bases militares secretas, y somos testigos de una sociedad profundamente polarizada, con una clase política que juega con el miedo para ganar poder. La atmósfera de vigilancia, manipulación mediática y violencia creciente se transmite con intensidad, logrando una ambientación que no solo sitúa la historia, sino que refuerza su crítica social.


Personajes

      Bruna Husky sigue siendo el alma de la historia. Su carácter contradictorio (fuerte y vulnerable, feroz y compasiva, individualista pero incapaz de abandonar a los suyos) se explora aquí con mayor profundidad emocional. La vemos más implicada, más afectada por lo que sucede, más dispuesta a abrirse… aunque siempre con miedo. Su evolución a lo largo de la trilogía culmina con una versión de Bruna más completa, que no deja de ser ella misma, pero que se permite amar y construir vínculos con mayor autenticidad.
     Lizardi, aunque ausente durante buena parte de la historia, gana fuerza como motor emocional. La relación entre ambos se desarrolla desde la distancia, pero no pierde intensidad. A su alrededor, los secundarios habituales (Gabi, Yiannis, Paul Lizardi, Bartolo) funcionan como red afectiva y reflejo de la humanidad que Bruna se empeña en defender. El personaje de la presidenta se perfila con ambigüedad y poder, funcionando como símbolo de los peligros del autoritarismo.
     Cabe destacar también la galería de antagonistas: no son malvados unidimensionales, sino representantes de ideologías extremas, cargadas de miedo y resentimiento, que resultan tristemente creíbles.


Ritmo

     A diferencia de las entregas anteriores, Los tiempos del odio tiene un ritmo más directo y menos pausas introspectivas. Desde el primer capítulo, el secuestro de Lizardi marca un punto de partida vertiginoso. La investigación avanza con fluidez, alternando escenas de acción con revelaciones estratégicas que mantienen la tensión.
     Montero dosifica bien los momentos de respiro, insertando reflexiones de Bruna o diálogos emocionales que enriquecen sin ralentizar la trama. La novela se lee con urgencia creciente, pero sin perder matices. Si bien el final se resuelve quizás con algo de rapidez, resulta efectivo y coherente con el tono general.


Intriga

      La intriga principal (descubrir quién ha secuestrado a Lizardi y por qué) se entrelaza con una red de conspiraciones que van más allá de lo personal. El lector acompaña a Bruna en sus pesquisas, compartiendo su frustración ante las pistas falsas, sus dudas ante posibles traiciones y su miedo ante una amenaza cada vez más global.
     Montero maneja bien la tensión narrativa, introduciendo giros sin forzarlos, y dejando que las revelaciones surjan con naturalidad. Aunque algunas subtramas quedan menos desarrolladas, la línea principal mantiene el interés hasta el final.


Disfrute

     La lectura de Los tiempos del odio resulta emocionante, a veces angustiante, y siempre estimulante. Es una novela que se disfruta por su mezcla de acción, emoción y reflexión, pero que también incomoda por su espejo social. El retrato de una humanidad al borde del colapso, donde el odio se organiza políticamente y el miedo se convierte en herramienta de control, resuena con inquietante actualidad.
     El vínculo con Bruna es cada vez más fuerte. Leerla es comprender que resistir también puede ser una forma de amar, y que vivir, aunque duela, sigue mereciendo la pena.


Escritura

      Rosa Montero mantiene su estilo característico: ágil, directo, con frases cortas que golpean y reflexiones que detienen. Su prosa combina el dinamismo del thriller con la hondura emocional del drama existencial. El uso del lenguaje es preciso, eficaz, y cuando se lo permite, poético.
      Bruna Husky nos lleva inevitable a pensar en titanes de la ciencia ficción como Philip K. Dick o Ursula K. Le Guin, pero también en grandes del pensamiento como Donna Haraway o incluso en el español Jorge Riechmann.

      En resumen, Los tiempos del odio es un cierre poderoso para una trilogía memorable. Más allá del misterio y la acción, lo que deja huella es la humanidad feroz de Bruna, su obstinación por vivir con sentido, por proteger lo que ama incluso en los peores escenarios. Rosa Montero consigue unir ciencia ficción, crítica social y emoción con una naturalidad asombrosa, y reafirma en este libro su capacidad para hacernos pensar y sentir.


      Ahora sí, estoy lista para leer la última novela de la saga y que su autora nos prometió que esta vez, le daría voz a Bruna contar su propia historia en primera persona.

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