11 marzo 2019

El mundo transparente 2.0 - Capítulo 2


En seguida hubo personas, que perdieron la cordura total o parcialmente. Los más resistentes solo sufría ataques de pánico que resolvían insultando al vacío en otros casos acababan recluidos en centros de salud mental.

Al fin se encontró cierto respiro con el descubrimiento de una aplicación que instalada en tus dispositivos impedía la intromisión en la vida privada. Ni que decir que inmediatamente todo el mundo fue a descargar dicha aplicación, para poder descansar de aquel ojo universal. Aunque dicha aplicación no estaba disponible para todo el mundo debido al costosísimo dineral que costaba. Algunas familias se tuvieron que conformar con una aplicación mucho menos funcional pero de acceso gratuito, que evitaba al menos que pudieran verte y oírte en tiempo real.

Pero enseguida ocurrió lo inevitable, se volvió a crear otra aplicación que eludía a la anterior y volvía a dejar al descubierto toda tu vida.

La segunda intromisión agravó las consecuencias de la primera. La depresión y el histerismo se generalizaron. Todos los días se producían miles de suicidios, de homicidios y ataques de locura.

Mans, un apuesto cantante, de origen sueco, durante una noche romántica, no dio la talla que se esperaba de él. La noticia no habría tenido mayor importancia de haberle pasado a una persona normal pero Mans tenía miles de seguidores y haters que se encargaron de distribuir, en cuestión de segundos, el video, las fotos y crearon miles de memes, a través de la redes sociales.

Durante varios días el mundo quedó paralizado con el espectáculo de ver como aquella criatura, estaba echa un ovillo en un rincón a oscuras en su habitación, la cabeza oculta tras las rodillas y emitía un sonido fino interminable y angustioso. Mans fue recluido en un centro de salud mental, que por supuesto, fue retransmitido por un canal de YouTube durante semanas.

El caso de Mans hizo que los gobiernos de todo el mundo tomarán medidas, para garantizar la supervivencia de la humanidad frente a los avances técnicos. Se creó por primera vez una ley universal llamada “ley muerte digital”. Todos los aparatos digitales fueron prohibidos, produciéndose un retroceso de décadas, volviéndose a la era analógica. Todo aquel que era pillado en disposición de algún aparato digital, ya fuera relojes, televisiones, ordenadores o móviles era encarcelado y juzgado. Hasta nuestros días, y ya han pasado varias décadas se sigue, pillando a gente en disposición de dichos aparatos.



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