10 marzo 2019

Ejes Básicos - 2. El narrador vs el punto de vista

El narrador no debe confundirse con el ‘emisor’ o autor real del texto. El narrador es la ‘voz’ que ordena y cuenta los hechos desde una ‘mirada’ concreta de los mismos puntos de vista y, en ocasiones, introduce comentarios.

¿Quien es?
  • Una voz impersonal
  • Una voz implicada en los hechos.
  • Alguien implicado o un testigo 


¿Cómo observa?
  • Punto de vista: implicado o despegado.
  • Dentro del relato: testigo o protagonista 
  • Fuera del relato: desapego o testigo 


¿Cómo se posiciona con los personajes?
  • Cerca: implicado o desapegado
  • Dentro: 1a persona o 3a persona
  • Alejado: implicado o desapegado 



No es habitual en un escritor el controlar y dominar todos los tipos de narradores. Por lo general, te acabas acomodando a la que mejor se adapta a ti. 
Hay dos tipos de escritores:
  • Los que buscan representar con amplio foco la sociedad, y para ello suelen optar por un tipo de narrador en tercera persona que lo ve todo. 
  • Los introspectivos que se manejan mucho mejor en la primera persona.

Según el punto de vista desde donde actúa el narrador tenemos:

1ª persona o Narrador Interno

Hay grandes autores especialistas en este tema, por ejemplo, J.D. Salinger o William Faulkner son excelentes dominadores de este tipo de narrador, pura escritura creativa.
En primera persona podemos encontrar tres tipos básicos de narrador:
  • Narrador protagonista: participa como personaje principal de la acción y nos lo cuenta desde su punto de vista. La historia se explica desde el punto de vista de la persona que debe pasar por el principal arco argumental de la historia, tal y como lo haríamos en la vida real si explicásemos algo que nos ha ocurrido a nosotros. Muy utilizado hoy en día en el género de la autoficción.

  • Narrador testigo: En este caso, el narrador suele tener un papel indirecto. Nos cuenta una historia de terceros (en la que puede estar implicado) desde su punto de vista. Muy útil cuando se quiere mostrar la personalidad del protagonista, así como su evolución personal y su arco narrativo, de una manera sutil, sugiriendo más que describiendo de una manera directa, ya que no se tiene acceso a los pensamientos reales de ese personaje. Sin embargo, también es posible adoptar un estilo más impersonal, como si todo estuviese compuesto por informes. Ejemplos de este tipo de narrador son John Watson en las novelas de Sherlock Holmes o Nick Carraway en El Gran Gatsby.


  • Monólogo interior: Lo que vemos aquí es el flujo de conciencia del protagonista, su pensamiento en bruto. Este es un tipo de narrador muy poco utilizado, ya que intenta describir de manera literal los pensamientos de alguien, tal cual emergen a la consciencia. Por consiguiente, todo se explica en tiempo real, siendo el presente el momento de referencia. Los distintos narradores de El Ruido y la Furia, de William Faulkner, son un ejemplo de esto.

2ª persona

Es uno de los narradores menos utilizados, sobre todo debido a su dificultad técnica. No es fácil mantener la atención del lector durante mucho tiempo con una segunda persona. Pues todo el tiempo apela al lector y eso puede resultar cansado. 
Este tipo de narrador se caracteriza por explicarle una historia a una persona en concreto. Crea el efecto de estar contándose la historia a sí mismo o a un yo desdoblado.

Puede presentarse en formato epistolar, como si todo estuviese compuesto por cartas orientadas a un destinatario, o como si se tratase de un diálogo real en el que básicamente uno habla y el otro escucha, a veces haciendo ver que se responde a preguntas formuladas por el oyente o el lector
Sin embargo, este tipo de narrador es muy utilizado en momentos concretos, pues aporta intensidad y fuerza por su naturaleza vocativa.
La Caída de Albert Camus, o el reciente éxito editorial de Juan Gómez Bárcena, Kanada, son dos ejemplos de obras escritas con un tipo de narrador en segunda persona.

3ª persona o Narrador Externo

La tercera persona es probablemente el tipo de narrador más utilizado en narrativa comercial y cinematográfica. Existen varios tipos de narradores en tercera persona, veamos sus diferencias:

  • Narrador omnisciente: es el más genérico, uno de los más antiguos y el más utilizado. Se habla desde el punto de vista de una entidad totalmente ajena al plano de realidad en el que ocurre todo lo que se explica, como si se fuese una especie de dios que tiene acceso a toda la información a la vez, incluso a los estados mentales de todos los personajes, de manera directa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aunque se puede describir de manera fiable lo que cada personaje piensa y siente, por cuestiones vinculadas a la coherencia y a la calidad de la narración, se evita pasar de una mente a otra de un modo caótico, y en vez de eso se elige centrar el foco de la atención en un personaje y en lo que ocurre a su alrededor. Este narrador no puede omitir juicios de valor. La novela El Desayuno de los Campeones, de Kurt Vonnegut, combina este tipo de narración con el de narrador testigo, por ejemplo, algo similar ocurre en Niebla, de Miguel de Unamuno. Ana Karenina, de Tolstoi, también sería un gran ejemplo, o bien la obra de Juan Marsé, que tiene un amplio componente cinematográfico añadido.
  • Narrador equisciente: Aquí tenemos una tercera persona que se centra en un solo personaje. Sabe parcialmente o solo revela una parte de la historia. Cuenta a medida que se dan los hechos. Puede o no emitir juicios de valor. El periodista deportivo de Richard Ford es un ejemplo de este tipo de narrador. O, más conocida, Alice Munro en muchos de sus relatos.
  • Narrador deficiente: este tipo de narrador no lo sabe todo, sino que recoge los hechos a pie de calle: lo que se oye y lo que se ve en ese momento. Es decir, no lo sabe todo sino que adopta un punto de vista.

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