03 diciembre 2025

Devuélveme a mi chica


La habitación olía a sudor y frustración. Marcos se dejó caer sobre la cama, mirando el techo desconchado mientras apretaba los puños. Lo había visto con sus propios ojos. Clara, su Clara, caminando por el parque de la mano de ese imbécil de polo pastel y mocasines relucientes. El mismo que se paseaba con su Ford Fiesta blanco como si fuera un Ferrari.