El otro día cuando te vi
tan bien acompañado
en un primer momento
mi corazón de celos se llenó,
pero poco después comprendí
que ya no eras para mí.
Y mi corazón recobró la vida
y de pronto comprendí
que ella sabría darte
lo que yo no supe hacer.
Ella te dará toda la felicidad
y todas las ganas de seguir
gozando de todos los momentos
felices de nuestra vida
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