02 junio 2019

Cómo mantener la atención del lector

Una de las claves de la narrativa es saber dosificar la información. Necesitas que siempre haya alguna pregunta abierta mientras. Esto conseguirá, que el lector quiera conocer la respuesta. Pero no puedes dársela inmediatamente, tienes que demorar la resolución.
Cómo creamos la tensión para mantener a los lectores pegados a la historia:

  • Secreto: es cuando un personaje sabe algo que el lector desconoce.
  • Intriga: ni los personajes ni el lector saben, lo averiguan a medida que avanza la acción.
  • Suspense: se da cuando el lector sabe algo, pero los personajes no.

Puedes pensar que esto solo sirve para historias de acción, policíacas o de espías, pero nada más lejos de la realidad.

Te lo ilustro con algunos ejemplos. Imagina un argumento en el cual una mujer está enamorada del hombre ideal, pero él no es quien ella cree. Una clásica historia romántica, nada de espías, asesinos en serie o complicadas tramas terroristas.
  • Suspense: en una escena, se sabe que el hombre la ha engañado con una compañera de su trabajo. Pero ella no lo sabe, con lo cual el lector sufrirá por el personaje. ¿Lo averiguará? ¿Qué hará cuando lo sepa? En las escenas donde la mujer está con su amado y cree sus falsas promesas de amor ¿cómo crees que se sienten los lectores?
  • Secreto: la mujer recibe la visita de una mujer de su pasado y cenan juntas. Pasamos a otra escena sin presenciar la conversación y cuando volvemos a la protagonista han pasado tres días. Nuestro personaje reflexiona sobre las verdades que dijo su amiga durante la cena, pero no se precisan. ¿Qué ocurrió en su pasado? ¿Cómo le afecta en el presente? Ten por seguro que el lector se morderá las uñas, deseará saber de qué hablaron en esa cena y leer la historia hasta que el secreto sea revelado.
  • Intriga: todos los miércoles, el amado desaparece. Nunca queda con ella, ni responde sus llamadas. Él evade las respuestas cuando ella le pregunta. Siempre tiene una reunión importante, un viaje de negocios… pero está claro que guarda un secreto. ¿Una amante? ¿Una afición de la que se avergüenza, como cantar en un karaoke? El lector querrá acompañar a la mujer hasta que se desvele la intriga.

Dosifica la información que les das a tus lectores. Te diriges a personas inteligentes capaces de comprender entre líneas. No se lo des todo mascado y deja que piensen por sí mismos. Incluso muchas veces, un silencio dice más que mil palabras.

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