07 febrero 2025

Reseña de Dramones y mazmorras

     No estaba segura de si este libro sería para mí. Aunque mi niña interior todavía canta fuerte y orgullosa, mi conocimiento sobre Dungeons & Dragons es excaso. Pero esa portada tan colorida y encantadora captó mi atención al instante, como si me estuviera invitando a sumergirme en la historia. Decidí darle una oportunidad, y para mi sorpresa, me encontré con una novela que no solo me entretuvo, sino que también me emocionó mucho más de lo que esperaba. Porque, al final, lo importante no es tanto el tema o el género, sino las emociones que un libro puede hacerte sentir.
      Sin más preámbulos os dejó con la reseña:


FICHA TÉCNICA


Título:Dramones y mazmorras (Dungeons and drama)
Autor: Kristy Boyce
Género: Romántico
Publico: Juvenil
Idioma: Inglés
Publicado: 2024
Páginas: 272


SINOPSIS

      Todo vale en el amor y el rol. ¡Y en el escenario! Riley sueña con convertirse en directora de Broadway, y el primer paso para lograrlo es salvar el musical de su instituto. Pero no será fácil: como «cogió prestado» el coche familiar, ahora está castigada a trabajar en la tienda de juegos de mesa de su padre. No puede permitirse perder el tiempo en ese antro, así que hace un trato con Nathan, el otro dependiente, que es huraño, un pedazo de friki... y tiene un punto débil del que Riley: Sophia, una de sus compañeras de la partida de rol a la que siempre están jugando. A cambio de que Nathan le eche una mano con el engreído Paul, su ex, Riley fingirá tirarle la caña delante de Sophia para ponerla celosa. Aunque tendrá que recurrir a todo su talento interpretativo para conseguir que Nathan parezca mínimamente deseable. Desde luego, a Riley no puede gustarle menos...


RESEÑA (CAPRIDE)

      Dramones y Mazmorras, de Kristy Boyce, es una novela juvenil que combina con encanto el mundo del teatro musical con el de los juegos de rol, creando una historia fresca, divertida y con mucho corazón.


Consistencia narrativa

      La trama está muy bien construida, lo que hace que los eventos se desarrollen de manera fluida y natural. Desde el principio, es fácil conectar con Riley, la protagonista, que está decidida a salvar el musical escolar mientras lidia con conflictos personales, como su relación complicada con su padre. Este dilema interno se entrelaza de manera muy creíble con su evolución externa, incluyendo su inesperada inmersión en el mundo de Dungeons & Dragons.
      Kristy Boyce logra que las subtramas no eclipsen el arco principal, sino que lo complementen, aportando profundidad al crecimiento de Riley. Por ejemplo, su pasión por el teatro musical no solo define quién es, sino que también influye en cómo aborda los retos que enfrenta, incluyendo las partidas de rol.
      El final es coherente con todo lo que la historia promete desde el principio. Cada conflicto planteado, ya sea interno o externo, encuentra una resolución satisfactoria, dejando una sensación de cierre que resulta muy gratificante. Todo parece estar ahí por una razón, y Boyce consigue hilar cada detalle con maestría.


Ambientación envolvente

      Uno de los puntos fuertes de esta novela es la capacidad de Kristy Boyce para transportarte directamente a sus escenarios. Desde la tienda de juegos de mesa donde Riley da sus primeros pasos en el mundo de D&D, hasta los vibrantes ensayos de teatro musical, cada lugar está lleno de vida y detalles que te sumergen de lleno en la historia.
      En particular, las escenas de las partidas de rol están narradas con tanto entusiasmo que es imposible no sentir la emoción de cada lanzamiento de dados. Estas descripciones resultan cautivadoras incluso para quienes no estamos familiarizados con los juegos de rol. Del mismo modo, los ensayos teatrales transmiten perfectamente la energía y pasión del teatro juvenil.
      Lo mejor es cómo Boyce integra ambos mundos, aparentemente opuestos, de manera tan natural. Las habilidades teatrales de Riley no solo enriquecen sus partidas de rol, sino que también subrayan su evolución como personaje.


Personajes entrañables y bien desarrollados

      El corazón de la historia está en sus personajes. Riley, la protagonista, es apasionada y valiente, con un amor profundo por el teatro que la impulsa a luchar por sus sueños, a pesar de las dificultades. Sus inseguridades y el resentimiento hacia su padre la hacen humana y fácil de empatizar.
      Por otro lado, Nathan es un contrapunto perfecto. Su personalidad tranquila y su entusiasmo por D&D aportan equilibrio a la narrativa, y su relación con Riley evoluciona de manera creíble, pasando de ser una simple alianza estratégica a una conexión más profunda basada en el respeto mutuo.
      Los personajes secundarios también juegan un papel importante, añadiendo riqueza y dinamismo a la historia. Cada uno tiene su propia personalidad y contribuye al desarrollo de los protagonistas, haciendo que el mundo de Dramones y Mazmorras se sienta real y lleno de vida.


Ritmo bien equilibrado

      La novela mantiene un ritmo ágil que engancha desde el principio. Alterna momentos de tensión con escenas más ligeras y cómicas, lo que crea un equilibrio que mantiene el interés de principio a fin.
      Las transiciones entre las diferentes subtramas están muy bien logradas, permitiendo que la historia avance sin tropiezos. Aunque algunos giros en la trama son predecibles, se sienten auténticos y alineados con el tono de la novela, lo que demuestra el talento narrativo de Boyce.


Intriga y conflicto emocional

      El conflicto principal es atractivo y está lleno de matices. La idea inicial de las citas falsas entre Riley y Nathan, planteadas como una estrategia para generar celos, evoluciona hacia una trama mucho más compleja a medida que los sentimientos reales comienzan a surgir.
      A esto se suma el conflicto interno de Riley con su padre y su lucha por salvar el musical, que añaden profundidad a su personaje y refuerzan su arco emocional.


Disfrute y conexión emocional

      Una de las mayores fortalezas de esta novela es la variedad de emociones que consigue despertar. Los momentos de humor, como las bromas ingeniosas entre Riley y Nathan, se combinan con escenas más reflexivas, como las que exploran la complicada relación de Riley con su padre. Esta mezcla hace que la lectura sea muy completa y gratificante.
      Además, los temas que aborda, como la amistad, la familia y el autodescubrimiento, son universales y permiten que cualquier lector se sienta identificado con la historia.


Estilo de escritura claro y atractivo

      El estilo de Boyce es sencillo pero muy evocador, ideal para el público juvenil. Las descripciones son detalladas pero nunca abrumadoras, y los diálogos son naturales y llenos de autenticidad.
      La estructura narrativa es clara, lo que facilita mucho la lectura. A pesar de su aparente ligereza, la novela tiene una profundidad emocional que deja huella.

      En resumen, Dramones y Mazmorras es una novela juvenil encantadora, con una trama bien construida, una ambientación rica, personajes memorables y un mensaje positivo. La combinación del teatro musical con los juegos de rol es original y está muy bien ejecutada, convirtiendo esta historia en una experiencia única.
      Si te gustan las comedias románticas juveniles llenas de humor y emociones sinceras, este libro es para ti. Es una historia que no solo entretiene, sino que también inspira, recordándonos la importancia de perseguir nuestras pasiones y superar nuestros miedos.

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