07 mayo 2025

Hechizo milenario


No veía a nadie más. Creí que estaba sola. El museo, cerrado por la noche, tenía una atmósfera inquietante. Pasé frente a una exhibición de antiguas máscaras tribales y sentí una corriente de aire cálido detrás de mí. Al darme la vuelta, ví una máscara suspendida en el aire que comenzó a flotar hacia mí. Tropecé y caí al suelo, y la máscara se detuvo a escasos centímetros. Una voz baja me susurró: «Has despertado a los antiguos espíritus». Al incorporarme, todas las estatuas de la exhibición comenzaron a moverse y me rodearon. El museo ya no estaba vacío y, ahora, la que estaba paralizada era yo.



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