09 mayo 2025

Reseña de Maldad

      Leticia Sierra regresa con "Maldad" una segunda inmersión en el universo de la periodista Olivia Marassa y el inspector Agustín Castro, afianzándose como una voz potente dentro del thriller con una marcada conciencia social. Como es habitual en su obra, la ambientación en el norte de España, la mezcla de investigación periodística y policial, y recupera a personajes ya familiares para el lector, lo que convierten esta novela en una lectura que no se olvida fácilmente.
      Leticia nos confronta con un caso que hiela la sangre, desentrañando las complejas dinámicas del acoso escolar y sembrando una inquietante reflexión sobre el origen de la maldad. Desde una apertura que golpea al lector hasta un epílogo que invita a la introspección, "Maldad" se erige como una lectura esencial para quienes buscan tramas que enganchen, personajes con profundidad y atmósferas que absorban.
      Sin más preámbulos os dejó con la reseña:


FICHA TÉCNICA


Título: Maldad
Autor: Leticia Sierra
Género: Thriller suspense
Publico: Adulto
Idioma: Español
Publicado: 2022
Páginas: 416


SINOPSIS

      «Elsa se lo ha buscado. Ahora, tirada en el suelo, ya no provoca. Ya no sonríe».

     Una chica de trece años aparece muerta en un descampado de Oviedo con la cara brutalmente desfigurada y el cuerpo destrozado. Elsa, la joven víctima, era alumna de en un instituto de la zona y los asignados a la investigación, en el diario regional y en la policía, son la periodista Olivia Marassa y el inspector Agustín Castro.

     «Nota un ronroneo en el vientre, un cosquilleo que sabe que se convertirá en algo más cuando acabe con ella».

     Cuando la noticia sale a la luz, ambos llevan varios días fuera y Olivia parece llegar tarde a las exclusivas. Pero ella ya ha demostrado antes que no se rinde fácilmente y que tiene un olfato especial para las mentiras y los casos más truculentos. Pronto empieza a investigar por su cuenta y descubre que la víctima tenía muchos secretos y enemigos. Alumnos menores y mayores que ella, así como profesores, la temían por su conducta abusiva y violenta...


RESEÑA (CAPRIDE)

     


Consistencia

      Uno de los mayores aciertos de Maldad es su solidez narrativa. La novela presenta una estructura muy bien armada, donde cada elemento encaja con precisión en el desarrollo general de la historia. Desde el espeluznante asesinato inicial hasta las últimas revelaciones, la trama avanza con coherencia y sin desviaciones innecesarias. Leticia Sierra demuestra una planificación rigurosa, evitando giros forzados o subtramas que diluyan el foco principal. Todo lo que sucede tiene sentido dentro del universo creado, y tanto la investigación policial como la periodística se complementan de forma efectiva. Los personajes actúan conforme a sus motivaciones, incluso en los momentos más intensos emocionalmente, lo que refuerza su verosimilitud. Además, los temas centrales: la maldad, el bullying, la impunidad de los menores; están presentes de manera constante y bien integrados. El desenlace, aunque sorprendente, respeta las premisas establecidas desde el inicio, ofreciendo una resolución impactante sin traicionar la lógica interna del relato.


Ambientación

      Uno de los grandes aciertos de Maldad es, sin duda, su ambientación. Leticia Sierra sitúa la acción en Asturias, donde cada escena se ve atravesada por el clima, las costumbres y el tono propio del norte. La autora logra que el lector perciba la humedad en el aire, el cielo encapotado y esa atmósfera melancólica y opresiva que envuelve la historia, lo que refuerza la crudeza del crimen investigado. La ambientación se adapta a las necesidades de la trama, acompañando los momentos de tensión y profundizando en la angustia emocional de los personajes. Lugares como el instituto tienen un peso narrativo relevante, reflejando dinámicas sociales realistas y actuales que influyen directamente en el desarrollo de los acontecimientos. Aunque los escenarios no se describen con un exceso de detalle, sí lo suficiente para generar una inmersión vívida. Todo el entorno contribuye al tono sombrío y comprometido que define la novela.


Personajes

      La autora profundiza con acierto en el desarrollo de sus personajes, especialmente en los ya conocidos Olivia Marassa y el inspector Agustín Castro. Olivia mantiene su carácter decidido y su vocación periodística, pero en esta entrega se muestra más vulnerable, afectada por la crudeza del caso y por los dilemas éticos que plantea. Castro, en contraste, sigue siendo más frío y metódico, pero su creciente frustración ante la dificultad del caso añade nuevos matices a su personalidad. La relación entre ambos gana complejidad y se convierte en un eje emocional que enriquece la historia. También se perciben cambios relevantes en los vínculos de Olivia con su madre y en el acercamiento entre Jorge Gutiérrez y una compañera. Los adolescentes implicados en el crimen no son solo una representación de la violencia juvenil, sino un reflejo perturbador de todo un sistema que ha fallado. Leticia Sierra no los dibuja como monstruos, sino como el resultado de un entorno que ha mirado hacia otro lado: familias desestructuradas, instituciones educativas pasivas y una sociedad que trivializa las señales de alarma. ¿Se nace siendo malo, o es el entorno el que moldea la crueldad?


Ritmo

      El ritmo de Maldad es uno de sus mayores aciertos. Desde la primera página, Leticia Sierra atrapa al lector con un arranque impactante que marca el tono de la novela. Los capítulos breves y efectivos, muchos de ellos cerrados con cliffhangers, favorecen una lectura ágil, casi compulsiva. La autora maneja con precisión el equilibrio entre escenas de acción, centradas en la investigación policial y periodística, y momentos de pausa donde se exploran las emociones y los dilemas morales de los personajes adultos. Esta alternancia permite que el lector respire sin perder tensión, evitando que la historia se convierta en un thriller plano o predecible. Sierra dosifica la información con inteligencia, dejando espacio a la intriga sin recurrir a giros forzados. Las transiciones entre escenas son naturales, lo que aporta fluidez y cohesión a la narración. Incluso cuando el lector puede intuir parte del desenlace, la forma en que se llega hasta él mantiene el interés intacto. Maldad se lee rápido, pero deja huella, y su ritmo constante y bien medido es clave para lograrlo.


Intriga

      El conflicto principal del asesinato y su conexión con el bullying resulta atractivo y de gran relevancia social. La trama está hábilmente construida con giros que sorprenden al lector sin resultar incoherentes. La novela genera una fuerte necesidad de seguir leyendo sin interrupciones, gracias al misterio que rodea el crimen y las complejas dinámicas que se desvelan. Las preguntas planteadas inicialmente encuentran respuestas satisfactorias a lo largo de la trama. Los puntos de tensión están bien distribuidos y mantienen la emoción del lector. El final, aunque pueda ser predecible, cumple con las expectativas generadas por un thriller bien ejecutado. La autora utiliza el suspenso de manera efectiva, manteniendo al lector en vilo. La historia presenta un enfoque interesante al combinar la investigación criminal con una profunda exploración de problemáticas sociales. La lectura deja una sensación positiva y el deseo de explorar más obras de la autora.


Disfrute

      Es una novela que se disfruta desde un lugar distinto al del puro entretenimiento. No es una historia amable ni reconfortante, sino una lectura que sacude, que incomoda y que exige del lector una implicación emocional profunda. Leticia aborda con valentía temas como el maltrato, el acoso escolar y la violencia ejercida por menores, construyendo escenas que impactan por su crudeza pero que jamás resultan gratuitas. Esa dureza narrativa está al servicio de una historia que no solo entretiene, sino que invita a pensar, a cuestionar, a conversar. La lectura fluye con naturalidad gracias a un estilo ágil y adictivo, pero deja poso. Es una novela que se queda, que obliga a parar y reflexionar incluso después de haber pasado la última página. Para quienes buscan un thriller que combine intensidad, crítica social y profundidad emocional, Maldad ofrece una experiencia lectora tan perturbadora como valiosa.


Escritura

      Leticia escribe con una claridad que impacta. Su estilo es directo, sin florituras innecesarias, pero cargado de intención y precisión. Es una prosa que no busca adornarse, sino servir a la historia: eficaz, contundente, perfectamente ajustada al ritmo y tono del thriller. Utiliza frases breves y estructuras dinámicas que imprimen agilidad a la narración, sin perder la capacidad de detenerse en los momentos clave para ofrecer profundidad emocional o reflexiva. A pesar de tratar un crimen escabroso, la autora esquiva el morbo gratuito, optando por un enfoque más sobrio que no resta impacto, sino que lo potencia. Los diálogos suenan auténticos, naturales, revelando tanto el carácter de los personajes como sus tensiones internas. La carga informativa, tanto periodística como legal, se integra con inteligencia, aportando verosimilitud sin entorpecer la lectura. En Maldad, Sierra logra algo difícil: narrar con sobriedad y contundencia, manteniendo un equilibrio entre la tensión narrativa, el análisis social y la emoción contenida. Es una escritura accesible, pero no por ello simple; ágil, pero con sustancia.

      En resumen, Maldad no es solo un thriller bien armado; es una novela que escarba en las zonas más turbias de la conciencia colectiva. Leticia Sierra se atreve a mirar de frente la violencia, la infancia rota y las fisuras del sistema educativo y familiar, y lo hace con valentía y sin caer en el sensacionalismo. Más allá de la investigación policial, la historia propone una reflexión incómoda pero necesaria sobre el origen del mal, la impunidad de los actos y el papel que jugamos como sociedad. Con una narrativa tensa y una mirada crítica, la autora demuestra que el género negro puede ser una herramienta poderosa para interpelar al lector. La novela no deja indiferente: remueve, duele, pero también invita a pensar. Maldad consolida a Sierra como una voz sólida y comprometida dentro del thriller español contemporáneo, capaz de combinar entretenimiento, denuncia social y profundidad psicológica en una lectura tan inquietante como adictiva.

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