Este capítulo pertenece a la novela corta "Solo si es contigo", es un bonita de historia de amor surgida entre bambalinas. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.
Todos me decían lo mismo, hacéis muy buena pareja, tenéis química. ¿Y por qué diablos me cabreaba tanto que me lo digan? Si era lo que quería, que hiciéramos buena pareja. Conforme pasaban los días más me agobiaba más él tema, hasta el punto de no ser capaz ni de hablar con Nick. Habíamos intercambio un total de... cero palabras en dos días siguientes a la elección. Me sentía distinta a su lado. No podía mirarle, ni saludarle, y creo que hasta le evitaba, aunque igual era él, él que me evitaba a mi. Lo cierto es que ninguno de los dos, hizo el intento de hablar con el otro.
Así cuando llegó el jueves bajé en un descansó a hablar con el profe de teatro. Estaba en la sala de profesores, preparando los libretos de la obra.
—Ángel, no puedo hacer el papel de Julieta, no puedo.
—¿Por qué? – me contestó como me hubiera estado esperando
—Es el papel de protagonista, no puedo hacerlo, me da miedo meter la pata y cargarme la obra.
—¿No tendrá que ver algo con Nick? —dejó de ordenar los papeles de la mesa y me miró fijamente estudiando me cara.
—¿Con Nick?, no ¿Por qué?, Nick es mi amigo —Estaba sorprendida por la pregunta y avergonzada a la vez.
—Nick ha venido también a decirme que no quería el papel.
—¿Qué? ¿No quiere hacer el papel?
—¿No lo sabías?
—No
—Dime una cosa. ¿Habéis hablado?
—No —¡Hablar! Si ni siquiera podía mirarle
—¿Si fuera otro persona lo harías?
—No, si yo hubiera elegido un Romeo ese sería él —¡Había dicho eso en voz alta!
—Ya veo, creo que vuestro problema no tiene nada que ver con ser los protagonistas. Luego hablamos en hora de clase.
Cuando llegué a clase, Nick y César no estaba.
—¿Dónde están estos? —le pregunte a Luis
—En el servicio. ¿Y tú donde has estado?
—He ido a hablar con Ángel, le he dicho que no quiero hacer el papel —Esperaba su reacción. Luis quería que me lanzase con Nick y le dijera lo que sentía desde hacía tiempo.
—¡Pero por diablos has hecho una cosa así! Nick y tu hacéis muy buena pareja
—Al parecer Nick no opina lo mismo porque tampoco quiere hacerlo —Estaba enfadada, os lo podéis creer, me había dolido que Nick no quisiera el papel. Supongo que me lo noto.
—No puedes culparle, al fin y al cabo, tú tampoco —Me soltó de golpe, estaba enfadado con los dos.
Las palabras de Luis eran dolorosamente exactas. Yo tampoco quería el papel.
En ese momento entraron César y Nick, y el profesor de historia. No puedo precisar si odiaba más a la asignatura o al profesor. Si pudiera elegir esta sería una de las asignaturas que eliminaría.
La última clase del día era teatro. Así que cuando vi entrar a Ángel se me paró el corazón en seco. Cuando empezó a hablar quise desaparecer bajo tierra.
—Hoy vamos a leer la obra, cada uno va a leer el papel que tiene asignado. De momento, vamos a dejar los papeles como están, y yo leeré los comentarios.
Por qué lo haría, no dijo nada sobre lo que le dijimos. Al final de la clase, cuando quedaban cinco minuto lo entendí. El profe dijo que lo dejábamos ahí.
—Bea y Nick, acercaros, quiero hablar con vosotros dos. El resto podéis iros.
Todos me decían lo mismo, hacéis muy buena pareja, tenéis química. ¿Y por qué diablos me cabreaba tanto que me lo digan? Si era lo que quería, que hiciéramos buena pareja. Conforme pasaban los días más me agobiaba más él tema, hasta el punto de no ser capaz ni de hablar con Nick. Habíamos intercambio un total de... cero palabras en dos días siguientes a la elección. Me sentía distinta a su lado. No podía mirarle, ni saludarle, y creo que hasta le evitaba, aunque igual era él, él que me evitaba a mi. Lo cierto es que ninguno de los dos, hizo el intento de hablar con el otro.
Así cuando llegó el jueves bajé en un descansó a hablar con el profe de teatro. Estaba en la sala de profesores, preparando los libretos de la obra.
—Ángel, no puedo hacer el papel de Julieta, no puedo.
—¿Por qué? – me contestó como me hubiera estado esperando
—Es el papel de protagonista, no puedo hacerlo, me da miedo meter la pata y cargarme la obra.
—¿No tendrá que ver algo con Nick? —dejó de ordenar los papeles de la mesa y me miró fijamente estudiando me cara.
—¿Con Nick?, no ¿Por qué?, Nick es mi amigo —Estaba sorprendida por la pregunta y avergonzada a la vez.
—Nick ha venido también a decirme que no quería el papel.
—¿Qué? ¿No quiere hacer el papel?
—¿No lo sabías?
—No
—Dime una cosa. ¿Habéis hablado?
—No —¡Hablar! Si ni siquiera podía mirarle
—¿Si fuera otro persona lo harías?
—No, si yo hubiera elegido un Romeo ese sería él —¡Había dicho eso en voz alta!
—Ya veo, creo que vuestro problema no tiene nada que ver con ser los protagonistas. Luego hablamos en hora de clase.
Cuando llegué a clase, Nick y César no estaba.
—¿Dónde están estos? —le pregunte a Luis
—En el servicio. ¿Y tú donde has estado?
—He ido a hablar con Ángel, le he dicho que no quiero hacer el papel —Esperaba su reacción. Luis quería que me lanzase con Nick y le dijera lo que sentía desde hacía tiempo.
—¡Pero por diablos has hecho una cosa así! Nick y tu hacéis muy buena pareja
—Al parecer Nick no opina lo mismo porque tampoco quiere hacerlo —Estaba enfadada, os lo podéis creer, me había dolido que Nick no quisiera el papel. Supongo que me lo noto.
—No puedes culparle, al fin y al cabo, tú tampoco —Me soltó de golpe, estaba enfadado con los dos.
Las palabras de Luis eran dolorosamente exactas. Yo tampoco quería el papel.
En ese momento entraron César y Nick, y el profesor de historia. No puedo precisar si odiaba más a la asignatura o al profesor. Si pudiera elegir esta sería una de las asignaturas que eliminaría.
La última clase del día era teatro. Así que cuando vi entrar a Ángel se me paró el corazón en seco. Cuando empezó a hablar quise desaparecer bajo tierra.
—Hoy vamos a leer la obra, cada uno va a leer el papel que tiene asignado. De momento, vamos a dejar los papeles como están, y yo leeré los comentarios.
Por qué lo haría, no dijo nada sobre lo que le dijimos. Al final de la clase, cuando quedaban cinco minuto lo entendí. El profe dijo que lo dejábamos ahí.
—Bea y Nick, acercaros, quiero hablar con vosotros dos. El resto podéis iros.
CONTINUARA...
No hay comentarios:
Publicar un comentario