27 octubre 2017

Destinados a encontrarse - 4. Escondida entre las sombras

Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Cerré los ojos, necesitaba otra visión, pero no conseguí nada, apreté los ojos con más fuerzas, intenté relajarme, concentrarme, dejar la mente en blanco y tocarlo todo, pero nada, nada de nada. Estaba sola con mis decisiones. Decidí fiarme de mi recién descubierto poder de rastreo y seguí el olor hasta la puerta y después por un camino que había al otro lado de la cabaña, que estaba oculto por ella, corrí con todas mis fuerzas hasta que perdí ese olor. ¡No! Grité y mi voz resonó entre las montañas que devolvieron mi eco. No, no podía pasarme eso. Tenía que encontrarle, era mi única esperanza de encontrar respuestas.

Mis ojos se volvieron borrosos, mi cuerpo convulsionó y ante mí una imagen. Un pub, había música y sillas alrededor de unas mesas. No reconocí el sitio. Pero la visión acabó sin darme más datos. ¿Dónde es? Estaba en medio de la nada, hacía horas que había dejado atrás el camino. Tenía que dejar el bosque y buscar una ciudad, no podía estar lejos. ¿Si me acercaba, igual tendría otra visión sobre ese... ¡Ser! ¡Sería hombre o mujer!

Llevaba horas corriendo en sentido opuesto al sol, debía seguir en ese sentido. En poco más de quince minutos llegué a una colina, desde la cual podía ver un pueblo. Había anochecido y las luces lo iluminaban. Serían alrededor de las tres de la mañana cuando decidí adentrarme en el pueblo, no quería correr el riesgo de encontrarme con algún humano. Recorrí cada centímetro del pueblo, pero no encontré ningún lugar que pudiera ser el de mi visión.

De pronto, una nueva visión, era el mismo lugar, esta vez pude ver un chico rubio de espaldas, no era demasiado alto, pero tenía buen porte. Estaba sentado de espaldas, no pude verle la cara, pero vi unas servilletas, tenían escrito unas letras. Agudice la imagen. Pub Luz de medianoche, Seattle. Fue lo último que me dio tiempo a ver antes de volver a la realidad.

Corrí tan rápido como pude hasta salir del pueblo por la carretera principal, esperaba encontrar algún letrero que me indicará cómo llegar hasta allí. Así fue, no muy lejos, encontré un cartel que indicaba que Seattle se encontraba a treinta y dos kilómetros del pueblo.


CONTINUARA...

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