Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.
Me asomé desde la ventana de la habitación que compartía con Jasper. Era de noche y el brillo de la luna lo iluminaba todo, un tímido rayo de luz atravesaba la espesura del árbol, iluminando el porche donde estaba Rosalie. Ella era hermosa muy hermosa, su pelo rubio caía formando ondas sobre sus hombros. Siempre estaba melancólica, no podía entender porque, lo tenía todo, belleza, dinero, amor y una vida eterna. Además tenía a Emmett que la amaba con locura y ella a él.
Jasper pasó por la puerta y me preguntó si me iba de caza con ellos, pensé en bajar a hablar con ella, así que rehusé la invitación. Pero para qué iba a bajar las escaleras cuando podía saltar desde la ventana. Allí todos conocían mi secreto, nuestro secreto y no tenía que esconderme, eso era una liberación. Abrí la ventana y salté, era como si volase y caí como si de una pluma se tratase en el porche. Ella se giró hacia mí y me sonrío melancólicamente.
—¿Qué tal te estás adaptando? —me preguntó.
—Me encanta estar con vosotros, he pasado mucho tiempo sola y me habéis acogido como una familia. Os estaré eternamente agradecida.
—Carlisle es un hombre maravilloso, nos trata a todos como si fuéramos sus verdaderos hijos. Y Esme es la mujer más dulce y cariñosa que he conocido nunca. Mi verdadera madre era fría y distante. —Rosalie era un poco como su madre, en apariencia, aunque algo me parecía que solo era fachada o un simple reflejo de lo que fue en su época humana.
—Pareces un poco melancólica —le pregunté. Agachó la cabeza y se apoyó en la barandilla. Me acerqué a su lado y espere a que estuviera preparada para hablar.
Vengo aquí a veces por la noche. No quiero que Emmett me lo note. Echo de menos mi vida humana. Mi familia tenía dinero y poder. Me pasaba la vida de fiesta en fiesta, pero no cualquier fiesta, eran bailes de señoritas. Con vestidos elegantes y donde todo el mundo tenía su sitio. Me gustaba llamar la atención vestirme con vestidos caros, largos y elegantes y me gustaba que todo el mundo hablase de mí. Fue una época increíble soñaba con encontrar a un hombre, comprarme una bonita casa, casarme e irme a vivir con él. Soñaba con darle hijos y envejecer a su lado. Adoro a Emmett, él es maravilloso pero nunca podrá darme lo que más deseo en este mundo, tener un hijo, al que cuidar y proteger.
—¿Cómo acabaste siendo...? —No fui capaz de acabar la frase.
—Un día fui a entregar a mi padre el almuerzo al trabajo, allí conocí a Royce King, de inmediato se interesó por mi y me enviaba un ramo de rosas cada día hasta que accedí a salir con él. Él sentía atracción física hacia mí y en cambio yo solo vi su dinero, nunca me sentí atraída realmente por él, solo estaba enamorada de la idea del amor. Una semana antes de mi boda fui a visitar a mi mejor amiga, Vera, su marido la quería de verdad. Cuando decidí volver a casa ya de noche y me encontré con mi prometido. Estaba debajo de una farola en el parque cerca de mi casa en compañía de cuatro amigos, todos estaban ebrios. Royce presumió de mi belleza. —A pesar de que lo hizo con grosería Rosalie parecía alabada—. Me hizo sentir como un objeto de su propiedad. Uno de sus amigos dijo entre risas: "Es difícil decirlo... Está totalmente tapada". Entonces Royce exclamó: "¡Muéstrale tú aspecto, Rose!" y acto seguido me desgarró la chaqueta para mostrarles parte de mi cuerpo. ¡Me violaron Alice, él y todos sus amigos! —Si hubiera podido llorar estoy segura de que en ese momento lo habría hecho. Las heridas que me causaron, me dejaron moribunda hasta el punto de que ellos pensaba que estaba muerta y se marcharon riéndose a carcajadas y bromeando sobre que Royce debería buscarse otra novia, a lo que él respondió entre risas que antes debía aprender a ser paciente, dando a entender que no había podido esperar a la boda para acostarse conmigo. Mientras agonizaba en la fría noche deseando morir, Carlisle me encontró y me llevó a su casa. Me trasformó para ser la compañera de Edward, pero no era lo suficientemente buena para él, en esa época solo pensaba en venganza, no le culpo. Mi estado de ánimo mejoró cuando pude vengarme. Primero asesiné uno a uno a los amigos de Royce, dejándolo a él para el final. Para hacerle sufrir de desesperación. —Realmente había odio en sus palabras, después de tantos años—. Cuando finalmente fui a por él, tuve que matar también a sus dos guardaespaldas armados que había contratado para que lo protegieran. Me vestí con un traje de novia que había robado para la ocasión, lo torturé de forma salvaje y brutal durante toda una noche hasta terminar matándolo. No bebí sangre de ninguno de ellos no quería tener nada de esos salvajes dentro de mí, así que simplemente deje sus cuerpos para que fueran encontrados.
—¿Cómo pudo hacer una cosa así? —le respondí. Nunca obtuve respuesta.
—¿Cuál es tu historia? —me preguntó, supongo que quería desviar la conversación de ella misma.
—No recuerdo nada de mi pasado. Me desperté convertida en vampiro en un almacén abandonado, lo único que sé es que llevaba una bata de hospital.
—¿No tienes ningún recuerdo de tu vida humana? ¿Ni siquiera como te convertiste? —me preguntó extrañada.
—No, pero hace unos días tuve una visión. Estaba con Jasper y Edward, encontramos el lugar donde aparecí, Jasper siguió la pista hasta un manicomio.
Nos quedamos en silencio durante lo que pareció una eternidad hasta que Edward rompía el silencio.
—Deberíamos hacerlo, indagar sobre lo que le pasó realmente a tu madre —Yo no había nombrado a mi madre. —Estás pensando en lo que viste en tu visión, ¿te preguntas si es cierta la historia? —Había olvidado que podía leerme la mente. Se rió al oír de nuevo mis pensamientos.
—Es frustrante a veces, ¿no crees? —le regañó Rosalie. —¿Qué viste en la visión?
—Creo que mi padre la mató para poder casarse con su nueva mujer. Ya tenía poderes al parecer cuando era humana y puede ver cómo la mataba, me ingresó en el manicomio para hacerme olvidar, alegando que oía voces en mi cabeza.
—No puedo creer que alguien sea capaz de hacer semejante cosa, aunque después de lo que hizo mi prometido no sé de qué me sorprendo. Estoy de acuerdo con Edward, deberíais ir a investigar y hacérselo pagar.
Me asomé desde la ventana de la habitación que compartía con Jasper. Era de noche y el brillo de la luna lo iluminaba todo, un tímido rayo de luz atravesaba la espesura del árbol, iluminando el porche donde estaba Rosalie. Ella era hermosa muy hermosa, su pelo rubio caía formando ondas sobre sus hombros. Siempre estaba melancólica, no podía entender porque, lo tenía todo, belleza, dinero, amor y una vida eterna. Además tenía a Emmett que la amaba con locura y ella a él.
Jasper pasó por la puerta y me preguntó si me iba de caza con ellos, pensé en bajar a hablar con ella, así que rehusé la invitación. Pero para qué iba a bajar las escaleras cuando podía saltar desde la ventana. Allí todos conocían mi secreto, nuestro secreto y no tenía que esconderme, eso era una liberación. Abrí la ventana y salté, era como si volase y caí como si de una pluma se tratase en el porche. Ella se giró hacia mí y me sonrío melancólicamente.
—¿Qué tal te estás adaptando? —me preguntó.
—Me encanta estar con vosotros, he pasado mucho tiempo sola y me habéis acogido como una familia. Os estaré eternamente agradecida.
—Carlisle es un hombre maravilloso, nos trata a todos como si fuéramos sus verdaderos hijos. Y Esme es la mujer más dulce y cariñosa que he conocido nunca. Mi verdadera madre era fría y distante. —Rosalie era un poco como su madre, en apariencia, aunque algo me parecía que solo era fachada o un simple reflejo de lo que fue en su época humana.
—Pareces un poco melancólica —le pregunté. Agachó la cabeza y se apoyó en la barandilla. Me acerqué a su lado y espere a que estuviera preparada para hablar.
Vengo aquí a veces por la noche. No quiero que Emmett me lo note. Echo de menos mi vida humana. Mi familia tenía dinero y poder. Me pasaba la vida de fiesta en fiesta, pero no cualquier fiesta, eran bailes de señoritas. Con vestidos elegantes y donde todo el mundo tenía su sitio. Me gustaba llamar la atención vestirme con vestidos caros, largos y elegantes y me gustaba que todo el mundo hablase de mí. Fue una época increíble soñaba con encontrar a un hombre, comprarme una bonita casa, casarme e irme a vivir con él. Soñaba con darle hijos y envejecer a su lado. Adoro a Emmett, él es maravilloso pero nunca podrá darme lo que más deseo en este mundo, tener un hijo, al que cuidar y proteger.
—¿Cómo acabaste siendo...? —No fui capaz de acabar la frase.
—Un día fui a entregar a mi padre el almuerzo al trabajo, allí conocí a Royce King, de inmediato se interesó por mi y me enviaba un ramo de rosas cada día hasta que accedí a salir con él. Él sentía atracción física hacia mí y en cambio yo solo vi su dinero, nunca me sentí atraída realmente por él, solo estaba enamorada de la idea del amor. Una semana antes de mi boda fui a visitar a mi mejor amiga, Vera, su marido la quería de verdad. Cuando decidí volver a casa ya de noche y me encontré con mi prometido. Estaba debajo de una farola en el parque cerca de mi casa en compañía de cuatro amigos, todos estaban ebrios. Royce presumió de mi belleza. —A pesar de que lo hizo con grosería Rosalie parecía alabada—. Me hizo sentir como un objeto de su propiedad. Uno de sus amigos dijo entre risas: "Es difícil decirlo... Está totalmente tapada". Entonces Royce exclamó: "¡Muéstrale tú aspecto, Rose!" y acto seguido me desgarró la chaqueta para mostrarles parte de mi cuerpo. ¡Me violaron Alice, él y todos sus amigos! —Si hubiera podido llorar estoy segura de que en ese momento lo habría hecho. Las heridas que me causaron, me dejaron moribunda hasta el punto de que ellos pensaba que estaba muerta y se marcharon riéndose a carcajadas y bromeando sobre que Royce debería buscarse otra novia, a lo que él respondió entre risas que antes debía aprender a ser paciente, dando a entender que no había podido esperar a la boda para acostarse conmigo. Mientras agonizaba en la fría noche deseando morir, Carlisle me encontró y me llevó a su casa. Me trasformó para ser la compañera de Edward, pero no era lo suficientemente buena para él, en esa época solo pensaba en venganza, no le culpo. Mi estado de ánimo mejoró cuando pude vengarme. Primero asesiné uno a uno a los amigos de Royce, dejándolo a él para el final. Para hacerle sufrir de desesperación. —Realmente había odio en sus palabras, después de tantos años—. Cuando finalmente fui a por él, tuve que matar también a sus dos guardaespaldas armados que había contratado para que lo protegieran. Me vestí con un traje de novia que había robado para la ocasión, lo torturé de forma salvaje y brutal durante toda una noche hasta terminar matándolo. No bebí sangre de ninguno de ellos no quería tener nada de esos salvajes dentro de mí, así que simplemente deje sus cuerpos para que fueran encontrados.
—¿Cómo pudo hacer una cosa así? —le respondí. Nunca obtuve respuesta.
—¿Cuál es tu historia? —me preguntó, supongo que quería desviar la conversación de ella misma.
—No recuerdo nada de mi pasado. Me desperté convertida en vampiro en un almacén abandonado, lo único que sé es que llevaba una bata de hospital.
—¿No tienes ningún recuerdo de tu vida humana? ¿Ni siquiera como te convertiste? —me preguntó extrañada.
—No, pero hace unos días tuve una visión. Estaba con Jasper y Edward, encontramos el lugar donde aparecí, Jasper siguió la pista hasta un manicomio.
Nos quedamos en silencio durante lo que pareció una eternidad hasta que Edward rompía el silencio.
—Deberíamos hacerlo, indagar sobre lo que le pasó realmente a tu madre —Yo no había nombrado a mi madre. —Estás pensando en lo que viste en tu visión, ¿te preguntas si es cierta la historia? —Había olvidado que podía leerme la mente. Se rió al oír de nuevo mis pensamientos.
—Es frustrante a veces, ¿no crees? —le regañó Rosalie. —¿Qué viste en la visión?
—Creo que mi padre la mató para poder casarse con su nueva mujer. Ya tenía poderes al parecer cuando era humana y puede ver cómo la mataba, me ingresó en el manicomio para hacerme olvidar, alegando que oía voces en mi cabeza.
—No puedo creer que alguien sea capaz de hacer semejante cosa, aunque después de lo que hizo mi prometido no sé de qué me sorprendo. Estoy de acuerdo con Edward, deberíais ir a investigar y hacérselo pagar.
CONTINUARA...
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