Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.
—Sabes Jasper, lo tengo que tener controlado —me soltó Emmett, se refería a Edward. —Te ha contado que quiso robarme a mi chica una vez.
—Sabes de sobra que eso no es verdad. Nunca me interese por Rosalie. Está celoso porque Carlisle la convirtió para mí.
—Si, pero Rosalie me eligió a mí. Si no llega a ser porque me rescató de la garras de un oso y me llevó a Carlisle para que me salvará ahora estaría muerto.
—¿Te atacó un oso, siendo humano?
—Si, estaba cazando en la montañas de Tennessee cuando fui atacado por un oso. Fue como si un ángel de Dios me salvará.
Me contaron la historia de Rosalie, mientras nos alejamos de la casa adentrándonos en el bosque camino de una zona de caza alejada del territorio de los Quileutes. Ahora entiendo por qué a veces parece tan apagada.
—¿Alice y tú estáis casados? —me preguntó Emmett.
—No, la conocí siendo ya vampiro.
—¡Y eso que tiene que ver! —me respondió.
—¿Qué sentido tiene casarse cuando ya estás condenado? —Me había quedado extrañado.
—A las mujeres les encanta las bodas y todo lo que ello conlleva. Yo me he cansado con Rosalie tres veces y supongo que lo haremos más. A Rosalie le encantan las ceremonias y la luna de miel, le encanta llevar una vida normal o humana y a mí me encanta hacerla feliz.
—Sobre todo lo que más le gusta a Emmett es la luna de miel —apuntó Edward bromeando.
—Noto un ligero toque de envidia en tus palabras —le tiro la pullita de vuelta—. Edward quiere llegar puro a la eternidad. Ninguna chica es lo suficientemente buena para el.
Edward se rió del comentario pero optó por no responderle. La verdad es que nunca me había planteado casarme pero tampoco la había conocido ella. Ahora no contemplo una existencia sin estar a su lado. Alice es distinta a Rosalie en muchos sentidos. Alice es dulce, cariñosa, atenta. Mientras que Rosalie es más caprichosa y a veces puede llegar a parecer fría aunque sólo es una fachada. Le debo mucho a Alice, ella tuvo mucha paciencia conmigo y estoy seguro de que haré muchas cosas mal y la decepcionaré. Pero sí puedo hacer algo por ella, es pedirle que se case conmigo. Sé que le hará feliz y su felicidad es mi felicidad.
Recorrimos varias decenas de kilómetros antes de pararnos cerca de un arroyo.
—¿Qué es lo que más te gusta cazar, Jasper?
—Humanos —pensé, aun no me he acostumbrado a la dieta, no consigo sentirme satisfecho.
—No te preocupes Jasper, con el tiempo es más fácil —me había vuelto a leer el pensamiento. Me sentí avergonzado. — todos hemos tenido tentaciones a veces. ¿Verdad, Emmett?
—Claro tío, no te preocupes si alguna vez, no puedes controlarlo, a mí costo al principio y tuve un par de deslices. A mi me gusta cazar osos, es mi pequeña venganza. Y a Edward le encanta los pumas. Así que hoy es tu día de suerte, mirar lo que tenemos ahí.
—Sabes Jasper, lo tengo que tener controlado —me soltó Emmett, se refería a Edward. —Te ha contado que quiso robarme a mi chica una vez.
—Sabes de sobra que eso no es verdad. Nunca me interese por Rosalie. Está celoso porque Carlisle la convirtió para mí.
—Si, pero Rosalie me eligió a mí. Si no llega a ser porque me rescató de la garras de un oso y me llevó a Carlisle para que me salvará ahora estaría muerto.
—¿Te atacó un oso, siendo humano?
—Si, estaba cazando en la montañas de Tennessee cuando fui atacado por un oso. Fue como si un ángel de Dios me salvará.
Me contaron la historia de Rosalie, mientras nos alejamos de la casa adentrándonos en el bosque camino de una zona de caza alejada del territorio de los Quileutes. Ahora entiendo por qué a veces parece tan apagada.
—¿Alice y tú estáis casados? —me preguntó Emmett.
—No, la conocí siendo ya vampiro.
—¡Y eso que tiene que ver! —me respondió.
—¿Qué sentido tiene casarse cuando ya estás condenado? —Me había quedado extrañado.
—A las mujeres les encanta las bodas y todo lo que ello conlleva. Yo me he cansado con Rosalie tres veces y supongo que lo haremos más. A Rosalie le encantan las ceremonias y la luna de miel, le encanta llevar una vida normal o humana y a mí me encanta hacerla feliz.
—Sobre todo lo que más le gusta a Emmett es la luna de miel —apuntó Edward bromeando.
—Noto un ligero toque de envidia en tus palabras —le tiro la pullita de vuelta—. Edward quiere llegar puro a la eternidad. Ninguna chica es lo suficientemente buena para el.
Edward se rió del comentario pero optó por no responderle. La verdad es que nunca me había planteado casarme pero tampoco la había conocido ella. Ahora no contemplo una existencia sin estar a su lado. Alice es distinta a Rosalie en muchos sentidos. Alice es dulce, cariñosa, atenta. Mientras que Rosalie es más caprichosa y a veces puede llegar a parecer fría aunque sólo es una fachada. Le debo mucho a Alice, ella tuvo mucha paciencia conmigo y estoy seguro de que haré muchas cosas mal y la decepcionaré. Pero sí puedo hacer algo por ella, es pedirle que se case conmigo. Sé que le hará feliz y su felicidad es mi felicidad.
Recorrimos varias decenas de kilómetros antes de pararnos cerca de un arroyo.
—¿Qué es lo que más te gusta cazar, Jasper?
—Humanos —pensé, aun no me he acostumbrado a la dieta, no consigo sentirme satisfecho.
—No te preocupes Jasper, con el tiempo es más fácil —me había vuelto a leer el pensamiento. Me sentí avergonzado. — todos hemos tenido tentaciones a veces. ¿Verdad, Emmett?
—Claro tío, no te preocupes si alguna vez, no puedes controlarlo, a mí costo al principio y tuve un par de deslices. A mi me gusta cazar osos, es mi pequeña venganza. Y a Edward le encanta los pumas. Así que hoy es tu día de suerte, mirar lo que tenemos ahí.
CONTINUARA...
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