16 marzo 2018

Destinados a encontrarse - 20. El hombre sentado al piano (POV: Jasper)

Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Nuevamente Carlisle me había dejado impresionado, siempre había confiado en la guerra, en la estrategia militar para conseguir un fin, pero nunca antes habría pensado en el poder que tiene la palabra. Lo había subestimado, lo había considerado un hombre débil incapaz de defenderse pero me había demostrado todo lo contrario. Carlisle era un hombre valioso con alma de líder y corazón incansable. Volvimos dentro, todos retomaron lo que estaban haciendo. Yo llevaba siglos siendo nómada, no estaba acostumbrado a vivir largas temporadas, haciendo vida de humano, de hecho, había olvidado lo que era ser humano. Me sentía perdido, sin tener la menor idea de qué hacer. Pero tenía a Alice a mi lado y ella me sugirió, que me relaciona con los hombres de la familia mientras ella haría lo propio con las mujeres. Subí las escaleras en búsqueda del sonido que podía oír desde abajo. El sonido provenía de Edward que estaba tocando el piano. Me acerqué hasta él y le escuché tocarlo durante unos minutos.

—¡Tocas muy bien! —me sentí como un idiota.
—¡Gracias! Fui a clases de música durante mi época humana —me respondió.
—¿Tú fuiste militar?
—Si, señor —intenté parodiarme a mí mismo. En un intento frustrado de parecer normal.
—Pretendía unirme al ejército cuando cumpliera los dieciocho pero nunca llegué a cumplirlos.
—Yo mentí sobre mi edad en realidad tenía diecisiete cuando me aliste.
—Mi padre nunca me lo hubiera permitido. Era un abogado de éxito decía que no me había pagado una escuela privada para que desperdiciará mi talento en la guerra. Mi madre tampoco, se habría llevado un buen sofocón si lo hubiera hecho —dijo Edward.
—El mío también fue militar por lo que se enorgulleció de mí cuando me aliste. Sabía que era lo que tenía que hacer. —Cuando me alisté me sentía orgulloso y al ascender tan rápidamente me sentía realizado.
—¿También estuviste en guerras contra vampiros?
—Me encargaba del entrenamiento de los neófitos. Fui creado para ese fin. —Supongo que entendió mis palabras.
—A mi me convirtió Carlisle. Mi madre moribunda le pidió que me salvara, estaba muriendo de fiebre española y él necesitaba un compañero y pensó que yo sería el idóneo. Así que me convirtió en un monstruo. Durante un tiempo le odié por ello. Incluso me revelé. Fue entonces cuando maté a humanos, les leía la mente, sabía que eran violadores o asesinos y les atacaba, pensando que estaba sirviendo a la justicia. Años más tarde lamenté esa decisión y decidí volver al lado de Carlisle. Creamos un fuerte vínculo y se convirtió en la figura paternal que nunca había tenido con mi padre biológico. ¿Cómo conociste a Alice?
—Ella me vio venir y me buscó durante años. En cuanto la vi supe que ella era lo que llevaba buscando tantos años. Ella fue la que me convenció para cambiar mi estilo de vida para unirnos a vosotros.
—Alice tiene un don muy poderoso. ¿Tú tienes el poder de influir en las personas, no?
—¿A ti no puedo engañarte, no? Eres un telépata.
—Intento no leer el pensamiento de la gente de mi familia pero no siempre puedo controlarlo. A Rosalie no le gusta que lo haga.
—¿Podías leer la mente antes de ser vampiro?
—No, pero podía intuir con gran facilidad lo que la gente estaba pensando, pero cuando me convertí podía hacerlo literalmente. Carlisle fue el que se dio cuenta, respondía a sus preguntas sin que las hubiera formulado.
—Te he oído hablar de mi chica —soltó Emmett nada más entrar por la puerta, dándole un golpe por la espalda—. ¿Quién se viene de caza.


CONTINUARA...

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