14 febrero 2019

Eclipse de amor


Al mirar una puesta de sol
siento lo mismo que al mirarte a ti,
pues él está tan lejano
como tú lo estás de mi.
Desaparece en el horizonte
como también desaparece
su reflejo en el agua.

Me giro abatida, no quiero verlo
y me encuentro con ella
una blanca y perfecta luna
haciendo cuquitos
detrás de unas montañas.
Para ella su reflejo
significa luz y vida.
Ella no sería nada
si él no estuviera.

Esas furtivas miradas
me recuerdan también a mí
mientras te miro, a escondidas,
cuando sé que tu no me miras.

La luna se siente sola
incluso rodeada de estrellas
espera ansiosa un nuevo eclipse
para reencontrarse con él,
su amor secreto.
Sabe que solo durará un instante,
pero será tan intenso
que merecerá la pena
el tiempo de espera.

En días de luna nueva
ella sufre en silencio
la nostalgia de su ser amado
deseando que el día acabe pronto
en su anhelo por volver a verle.

En la distancia le mira esperando,
que ninguna estrella fugaz
más rápida y atrevida.
Se fije en su luz y se sienta
atraída por su fuerza
y se acerque tanto a él
que cause un cataclismo en la galaxia
y se unan para siempre
formando una nueva vida juntos
en la que nuestra amiga Luna
haya desaparecido para siempre.

Al mirar la puesta de sol
me siento sola y perdida
siento que me falta algo
¡Ay, ese algo!, ese algo eres tú
y sin ti, nunca será perfecta.

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