Todo comenzó en Julio de 1947, cuando una nave extraterrestre se estrelló cerca de la localidad de Roswell, en Nuevo México. El granjero Mack Brazel descubre unos restos dispersos por su granja. Según relata este granjero, en la mañana del 3 de Julio, el y su pequeño vecino, Dee Proctor, estaban examinando los daños causados por una violenta tormenta la noche anterior, en la que habían escuchado en cierto momento un estallido en medio de los truenos.
No encontraron daños visibles en la granja, pero algo les llamo poderosamente la atención: el campo estaba lleno de fragmentos de un material muy brillante. Según las noticias periodísticas, Mack juntó parte del material y lo escondió en un cobertizo, pero se guardó unos cuantos fragmentos en su bolsillo cuando subió a su coche para llevar de vuelta a su pequeño vecino a casa de sus padres.
Este hecho cambio para siempre las vida de los habitantes de Roswell, pero sobre todo la del granjero Mack Brezel. Desde entonces se sintió amenazado y después de sus primeras declaraciones a la prensa, decidió permanece callado por miedo a las represalias del gobierno, cuyos agentes le instaban a decir que no había visto nada, a pesar de que ya había declarado haber visto entre los restos de la nave siniestrada, varios cuerpos de pequeños seres con aspecto humanoide.
La sorprendente noticia del hecho de que uno de los humanoides aun estaba vivo llegó al cuartel general del ejercito, y esto cambió la naturaleza de la operación. Un suceso importante como este, se convirtió de inmediato en una misión absolutamente vital. Nunca había ocurrido algo semejante en que el hombre se hubiera encontrado cara a cara con seres de otro mundo.
Los testigos de aquel caso declararon haber visto seres de aspecto humanoide calcinados, restos de una nave que no parecía ser terrestre, y trozos de un material extraño que no conocían. Más adelante y con mucho miedo confesaron a periodistas que les entrevistaron, haber sido amenazados por los miembros del servicio secreto para que no dijeran nunca lo que habían presenciado en aquel misterioso accidente.
A pesar de los años transcurridos desde entonces aun el gobierno de los Estados Unidos no ha dicho la verdad sobre el caso Roswell y es posible que jamás sepamos con certeza la verdadera naturaleza de de este secreto que mantienen desde hace 62 años. El misterio se prolonga en el tiempo, pero el interés de la gente por conocer toda la verdad hace que no se olvide nunca el Caso de Roswell.
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