Esta semana estuve apunto de perderte
nunca imagine que me dolería tanto.
¡Sentí una decepción tan grande!
¡Cómo pudiste ser tan idiota!
Un oscuro secreto, me separaría de ti.
Durante solo un instante pensé
que no podría perdonarte,
y sería el final del trayecto.
Pero un intenso dolor en mi corazón
apareció sin esperarlo, ¿por qué?
¿Qué me estaba ocurriendo?
El enfado comenzaba a desvanecerse,
al pensar que no volvería a verte.
Convirtiéndose en un ligero murmullo,
silenciado por un grito desesperado
que procedía desde mi entrañas
deseaba verte, olvidar el agravio
y seguir caminando a tu lado.
Desvelando una temida realidad,
algo había cambiado en mí.
Ya no puedo seguir negándolo.
Sentir que te alejaban de mí
fue un dolor tan devastador.
Que me ha mostrado una verdad
tan aterradora como enigmática.
¿Dime tú que hago ahora?
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