08 diciembre 2017

Destinados a encontrarse - 10. Yellowstone

Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Llevaba un par de semanas en Yellowstone cuando me crucé con un grupo de excursionistas. Me pasé algunas horas observándoles oculta en los árboles. Eran chicos jóvenes, se divertían pescando y nadando en el río. Al caer la tarde una pareja se alejó del grupo. Algo me impulsó seguirles. Fueron caminando por la orilla de un lago hasta llegar a unas rocas a los pies del agua. Él se sentó y la llamó para que fuera a sentarse a su lado. Ella le hizo caso y se sentó entre sus piernas. Él la abrazo pegando la espalda de la chica contra su pecho, le retiró el pelo y le dio un suave beso en el cuello. Ella se giró hacia él y le beso en la boca. Primero solo un piquito y después un beso más apasionado.

Tengo que reconocer que sentí envidia y seguía sin controlar del todo mis nuevas emociones. Estaban como fuera de control. De nuevo mis emociones me condujeron a una nueva visión, volvía a ser del misterioso chico del que ahora ya sabía su nombre. Jasper, me gustaba ese nombre. Estábamos juntos en un pub, parecía un reservado. Jasper me cogió de la mano y se la llevo hasta su boca y me beso suavemente. Llevo la otra mano hasta mi cuello y con sus dedos me acarició la nuca. Poco a poco se fue de acercando hasta mí. Y sin pronunciar ni una sola palabra me beso. No sabría decir si estaba manipulando mis emociones pero lo cierto, es que sentía cada célula de mi cuerpo estremecerse.

No parecía que fuera el primero, era como si nuestros labios lo hubieran hecho durante mucho tiempo antes de ese día. La visión se terminó y yo volví a la realidad. Pero me sentía furiosa, enfadada sin saber muy bien porqué. Y sin pensarlo dos veces salté sobre la pareja. Golpeé la cabeza del chico contra la gran roca y lo dejé inconsciente. La chica salió corriendo asustada pero de un solo salto le corte la huida. La empujé al suelo y la mordí, notaba como cada gota recorría todo mi cuerpo con un escalofrío, cuando no quedó ni una sola gota me giré y mire al chico que estaba consciente y salté hacia el. Y también le mordí con tanta furia que llegué a desgarrarle la cabeza. El éxtasis de su sangre sanó mí furia y apagó mi dolor al darme cuenta de que solo había sido una visión.

Cuando volví en mi y fui consciente de lo que había hecho, salí corriendo huyendo del lugar pero paré en seco. Me apoyé un árbol maldiciéndome. Ante mi aparecieron unos hombres vestidos de negro, tenían poderes extraños uno de ellos me paralizó con su poder mientras otro me decía que estaba acusada de poner en riego nuestro secreto, por no cubrir mi desastre. La condena era mi muerte, el hombre al cargo se acercaba hasta mí y me arrancó la cabeza de un solo golpe. En ese momento salí de mi visión. Nunca había estado tan agradecida de tenerlas como en ese momento. Salí corriendo volviendo a través de mis pasos, hasta llegar de nuevo a las rocas donde había dejado aquellos chicos muertos. Cogí primero la chica y la lleve hasta el centro del lago y la hundí hasta el fondo, dejándola enredada entre las algas del fondo. Volví a por el chico e hice lo mismo. Nunca los encontrarían, no me lo podía perdonar, las pobres familias nunca sabría qué habría pasado con ellos. Pero tenía que ocultar mi secreto después de mi visión lo había aprendido por el camino difícil.

Cuando llegué allí, pensaba que sólo iba a pasar allí unos días pero la realidad es que llevaba allí dos meses. Lo había vuelto a hacer, desde que era un vampiro, el paso del tiempo había dejado de tener sentido para mí. Tenía que llegar hasta Filadelfia, tarde o temprano, él llegaría algún día a la casa que había comprado y yo tenía que estar allí esperándole.


CONTINUARA...

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