Este capítulo pertenece al relato "Sospechas en el campus", que es un relato policial ambientado en un campus universitario. Si no has leído los capítulosanteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces. |
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30 octubre 2017
Sospechas en el Campus - Día 5
29 octubre 2017
Tips de escritura
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28 octubre 2017
Hola Amor
27 octubre 2017
Destinados a encontrarse - 4. Escondida entre las sombras
Cerré los ojos, necesitaba otra visión, pero no conseguí nada, apreté los ojos con más fuerzas, intenté relajarme, concentrarme, dejar la mente en blanco y tocarlo todo, pero nada, nada de nada. Estaba sola con mis decisiones. Decidí fiarme de mi recién descubierto poder de rastreo y seguí el olor hasta la puerta y después por un camino que había al otro lado de la cabaña, que estaba oculto por ella, corrí con todas mis fuerzas hasta que perdí ese olor. ¡No! Grité y mi voz resonó entre las montañas que devolvieron mi eco. No, no podía pasarme eso. Tenía que encontrarle, era mi única esperanza de encontrar respuestas.
Mis ojos se volvieron borrosos, mi cuerpo convulsionó y ante mí una imagen. Un pub, había música y sillas alrededor de unas mesas. No reconocí el sitio. Pero la visión acabó sin darme más datos. ¿Dónde es? Estaba en medio de la nada, hacía horas que había dejado atrás el camino. Tenía que dejar el bosque y buscar una ciudad, no podía estar lejos. ¿Si me acercaba, igual tendría otra visión sobre ese... ¡Ser! ¡Sería hombre o mujer!
Llevaba horas corriendo en sentido opuesto al sol, debía seguir en ese sentido. En poco más de quince minutos llegué a una colina, desde la cual podía ver un pueblo. Había anochecido y las luces lo iluminaban. Serían alrededor de las tres de la mañana cuando decidí adentrarme en el pueblo, no quería correr el riesgo de encontrarme con algún humano. Recorrí cada centímetro del pueblo, pero no encontré ningún lugar que pudiera ser el de mi visión.
De pronto, una nueva visión, era el mismo lugar, esta vez pude ver un chico rubio de espaldas, no era demasiado alto, pero tenía buen porte. Estaba sentado de espaldas, no pude verle la cara, pero vi unas servilletas, tenían escrito unas letras. Agudice la imagen. Pub Luz de medianoche, Seattle. Fue lo último que me dio tiempo a ver antes de volver a la realidad.
Corrí tan rápido como pude hasta salir del pueblo por la carretera principal, esperaba encontrar algún letrero que me indicará cómo llegar hasta allí. Así fue, no muy lejos, encontré un cartel que indicaba que Seattle se encontraba a treinta y dos kilómetros del pueblo.
25 octubre 2017
Solo si es contigo - 4. No puedo hacerlo
Todos me decían lo mismo, hacéis muy buena pareja, tenéis química. ¿Y por qué diablos me cabreaba tanto que me lo digan? Si era lo que quería, que hiciéramos buena pareja. Conforme pasaban los días más me agobiaba más él tema, hasta el punto de no ser capaz ni de hablar con Nick. Habíamos intercambio un total de... cero palabras en dos días siguientes a la elección. Me sentía distinta a su lado. No podía mirarle, ni saludarle, y creo que hasta le evitaba, aunque igual era él, él que me evitaba a mi. Lo cierto es que ninguno de los dos, hizo el intento de hablar con el otro.
Así cuando llegó el jueves bajé en un descansó a hablar con el profe de teatro. Estaba en la sala de profesores, preparando los libretos de la obra.
—Ángel, no puedo hacer el papel de Julieta, no puedo.
—¿Por qué? – me contestó como me hubiera estado esperando
—Es el papel de protagonista, no puedo hacerlo, me da miedo meter la pata y cargarme la obra.
—¿No tendrá que ver algo con Nick? —dejó de ordenar los papeles de la mesa y me miró fijamente estudiando me cara.
—¿Con Nick?, no ¿Por qué?, Nick es mi amigo —Estaba sorprendida por la pregunta y avergonzada a la vez.
—Nick ha venido también a decirme que no quería el papel.
—¿Qué? ¿No quiere hacer el papel?
—¿No lo sabías?
—No
—Dime una cosa. ¿Habéis hablado?
—No —¡Hablar! Si ni siquiera podía mirarle
—¿Si fuera otro persona lo harías?
—No, si yo hubiera elegido un Romeo ese sería él —¡Había dicho eso en voz alta!
—Ya veo, creo que vuestro problema no tiene nada que ver con ser los protagonistas. Luego hablamos en hora de clase.
Cuando llegué a clase, Nick y César no estaba.
—¿Dónde están estos? —le pregunte a Luis
—En el servicio. ¿Y tú donde has estado?
—He ido a hablar con Ángel, le he dicho que no quiero hacer el papel —Esperaba su reacción. Luis quería que me lanzase con Nick y le dijera lo que sentía desde hacía tiempo.
—¡Pero por diablos has hecho una cosa así! Nick y tu hacéis muy buena pareja
—Al parecer Nick no opina lo mismo porque tampoco quiere hacerlo —Estaba enfadada, os lo podéis creer, me había dolido que Nick no quisiera el papel. Supongo que me lo noto.
—No puedes culparle, al fin y al cabo, tú tampoco —Me soltó de golpe, estaba enfadado con los dos.
Las palabras de Luis eran dolorosamente exactas. Yo tampoco quería el papel.
En ese momento entraron César y Nick, y el profesor de historia. No puedo precisar si odiaba más a la asignatura o al profesor. Si pudiera elegir esta sería una de las asignaturas que eliminaría.
La última clase del día era teatro. Así que cuando vi entrar a Ángel se me paró el corazón en seco. Cuando empezó a hablar quise desaparecer bajo tierra.
—Hoy vamos a leer la obra, cada uno va a leer el papel que tiene asignado. De momento, vamos a dejar los papeles como están, y yo leeré los comentarios.
Por qué lo haría, no dijo nada sobre lo que le dijimos. Al final de la clase, cuando quedaban cinco minuto lo entendí. El profe dijo que lo dejábamos ahí.
—Bea y Nick, acercaros, quiero hablar con vosotros dos. El resto podéis iros.
23 octubre 2017
Sospechas en el campus - Dia 4
Este capítulo pertenece al relato "Sospechas en el campus", que es un relato policial ambientado en un campus universitario. Si no has leído los capítulosanteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces. |
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22 octubre 2017
Ana Valderas. Gran mujer y mejor amiga
La asociación Santa Águeda, crea multitud de eventos cada año para recaudar dinero destinados a la investigación del cancer de mano. Entre ellos destacan el rincón rosa, en el que multitud de comercios se decora un rincón de los rosa para la recogida de dinero o con la cuestación que tendrá lugar el próximo Sábado 28 por la calles de Puertollano.
Además, como cada año organiza una comida para entregar los premios dulcinea. A la cual he sido invitada durante dos años y espero que sean muchos más. Porque este tipo de eventos nos avisa de lo importante que es la prevención y que no recuerda que no se está sola. A la vez, de que si se coge a tiempo, la recuperación es del 87%.
Este sábado 20 de octubre asistimos más de 500 personas en un acto lleno de emoción y solidaridad. El acto comenzó al son de la batucada Percusión Miguelturra que con un alegre pasacalles dio el pistoletazo de salida al acto contra el cáncer de mama. Posteriormente, Se han entregado los premios dulcinea. Premios que reciben las mujeres que han sido consideradas pacientes ejemplares, en esta ocasión las galardonadas han sido: La jurista y política Magdalena Valerio, Ana María Rodríguez, Joaquina Rodríguez y Mari Carmen Herrero. además del conductor del evento, Juan Bautista, que cada año ameniza el evento. Este año, la Asociación Santa Águeda ha conseguido recaudar 20.000 euros para investigación a GEICAM. Dinero que irá íntegramente destinado a la investigación del cáncer de mama.
Ana Valderas es honor conocer y ojalá hubiera más personas el mundo como tu. Simplemente gracias.
Como ponerse en contacto con ellos:
Web
Si quieres leer alguna biografíamás.
20 octubre 2017
Destinados a encontrarse - 3. Mi primera vez
Salí del almacén sin tener claro el rumbo, simplemente me dejé llevar hasta el final del polígono. Una vez allí, me encontré con un camino de tierra y una carretera, cada una de ellas conducía en sentidos opuestos. Me detuve un segundo en la intersección, intentando decir cuál sería mi camino, cerré los ojos e instintivamente toqué una valla que separaba los caminos. Sentí un flash y vi una imagen. Era una cabaña abandonada, a su lado un camino de tierra. Abrí los ojos sorprendida, esa fue mi primera visión. Estaba aturdida, parecía como un sueño pero estaba despierta, extrañamente despierta para no haber dormido desde hacía más de veinticuatro horas. Mi subconsciente me había indicado un destino, así que decidí hacerle caso y me encaminé por el camino de tierra.
Caminé durante horas hasta que mi garganta volvió a dolerme, esta vez sabía como calmar el dolor, pero ¿cómo cazaría? Seguí caminando, mi sentido del oído estaba cada vez más alerta, podía oír cada paso, cada rama que se rompía a mi alrededor. La vegetación en ese momento se había hecho más densa, los arbustos habían crecido hasta el camino y los árboles de un lado y otro del camino se había juntado, hasta cubrir el cielo. Debería estar asustada, pero cierto es que no lo estaba, estaba alerta.
Oí unos pasos, espera "¿eso es un corazón?" pensé. Me detuve en seco, al instante un hombre apareció de la nada. Era un hombre rudo, diría hasta que iba borracho. Estaba sucio, sudoroso, pero su olor me atraía hacía él, ¿Por qué podía oír su corazón? Estaba nervioso, su corazón latía con fuerza, mientras se acercaba hacía mí.
— ¿Qué pasa, guapa? —me soltó en tono chulesco.
Me quedé quieta, sin moverme. ¿Por qué no salí corriendo?
—No me dices nada —se había acercado tanto que hasta pudo tocarme. Me pasó la mano por la parte de atrás del cuello mientras giraba a mi alrededor— ¿Qué haces por aquí tan sola? —bajo su mano por mi pecho, mientras me tocaba disfrutando en cada centímetro, seguía girando.
Su olor, hacía que mi cuerpo convulsionará y mi garganta ardiera, giré la cabeza para verlo aparecer por el otro lado, con la agilidad de una gacela, lo empujé al suelo, y lo atenacé con mis piernas, disfrute al ver sus ojos llenos de pánico antes de clavarle mis colmillos en su cuello. No sé si puedo describir, el frenesí que sentí en ese momento. Quería absorberlo todo, no podía parar de saborear ese manjar que tenía ante mí. Solo recuperé la compostura cuando no le quedaba ni una gota de sangre en cuerpo. Lo había matado, me sentía horrorizada, había matado a un humano. Era un ser despreciable si, pero era humano. Sin embargo, ¿qué era yo? ¿En qué clase de demonio me había convertido?
Tenía que esconder el cuerpo, no podía dejarlo en mitad del camino. Pero me duplicaba el tamaño, podría si quiera moverlo, arrastrándolo quizás. Le cogí por los brazos y tire de él, era ligero como una pluma, pero no era posible. Él debía de pesar unos noventa kilos. ¿Era yo? Reaccioné enseguida, era yo, mi fuerza era extraordinaria. En un instante el cuerpo de aquel humano estaba a cientos de metros del camino. Lo dejé allí y volví a mi rumbo.
Mi sed estaba saciada, me sentía fuerte, y eufórica. No me había sentido así desde que me desperté ayer. Tanto que empecé a correr, podía ver los arbustos, los árboles volar a mi alrededor a una velocidad anormal, la sensación del libertad que sentí en ese momento, liberó mi mente de lo que acababa de pasar. Cuando me quise dar cuenta, había llegado a un raso, me detuve al instante, detrás de los últimos árboles de camino y escuché. No se oía ningún ruido que pudiera venir de un humano. Me dio fuerzas para salir y acercarme. ¿Era la cabaña de mi visión? ¿Cómo era eso posible?
Entré dentro, había un olor peculiar, muy distinto a los olores que había olido hasta ahora. Seguí su rastro hasta la habitación contigua. Lo que fuera que hubiera producido ese olor se había dirigido hasta allí y se hacía más fuerte al llegar al sofá. Otro olor me distrajo, pero este era conocido para mí. Era sangre. Aunque no quedaba rastro de ella, la habían limpiado. Instintivamente me acerqué el brazo a mi nariz, el otro olor era de alguien como yo. ¿Un vampiro? Había más como yo. Tenía que encontrarle, tenía cientos de preguntas. Pero, ¿sería de fiar?
18 octubre 2017
Solo si es contigo - 3. ¿Y los protagonistas son?
Y por fin llegó el martes y los resultados. El profesor llegó y comenzó diciendo:
—Bueno, chicos ha llegado el momento de saber quienes harán cada papel, tengo que decirles que habrá más de una sorpresa.
Habrá algunos que no sé presentaron a un papel y he creído que les va mejor.
—¿Y se pueden cambiar? —dijo un chico al fondo de la clase
—Todavía no sabes cual es el tuyo y ya lo quieres cambiar. Ya veremos, de todas formas hay algunos papeles que... —hizo una pausa como si no tuviera claro alguno de los papeles asignados. —bueno ya lo veremos.
Empezó a nombrar personajes y los iba asignado hasta que llegó a nosotros.
—César tu vas a hacer de Tebaldo, el guaperas oficial del reino, y primo de Julieta. —Se quedó un poco enfado, estoy convencida de que pensaba que sería el protagonista. —Luis tu harás de Mercutio, el primo de Romeo, y el mejor amigo, creo que acertó con el papel.
Continuó asignando los personajes, pero que pasaba con Nick y conmigo. Conforme pasaba el tiempo y no me nombraba me temía lo peor.
—Bueno y por último y no por ello menos importante, los protagonistas Nick y Bea. Lo hicisteis genial, teníais chispa y fuerza. ¿Quiero ver cómo os desenvolvéis? —Nos miro a Nick y a mí, y no debió de vernos muy convencidos porque agregó —De todas formas esto puede cambiar a lo largo del curso. He pensado en algunos sustitutos, por si pasa algo, serían César y Mónica, para Romeo y Julieta.
Dijo algunos más, para los personajes más importantes. El resto se encargarían del montaje de la obra.
Mónica era la chica que había hecho la prueba con César era una chica muy maja y lo había hecho muy bien. Me gustaría decir que estaba contenta, pero realmente lo que estaba era asustada. No me sentía capaz de hacer el papel, y lo peor de todo es que lo deseaba. Deseaba ser Julieta y lo que es más, hacerlo con Nick, pero el miedo me paralizaba. Lo más duro fue cuando Mónica se acercó para darme la enhorabuena, sus palabras fueron: "Teníais que ser vosotros, cuando vi vuestra escena sabía que iban a ser vuestros los papeles."
16 octubre 2017
Sospechas en el Campus - Día 3
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15 octubre 2017
¿Qué es NaNoWriMo?
13 octubre 2017
Destinados a encontrarse - 2. El despertar de un nuevo día
De vuelta en la fábrica, me proporcionaba una falsa sensación de seguridad, cogí algunos cartones, los amontoné en un rincón, me recosté sobre ellos y cerré los ojos. En ese momento, comenzaron a pasar por mi mente todo tipo de extraños pensamientos, me imaginé murciélagos acechándome, hombre armados con cuchillos persiguiéndome, acompañados de ruidos que no sabría decirte que eran, los oía como nunca los había oído antes, amplificados retumbando en mi cabeza.
A media noche, empezó la tormenta. Rayos y truenos se dejaban ver y oír por los altos ventanales. Me senté con las piernas dobladas y los brazos abrazados a ellas. Permanecí con la cabeza entre las rodillas durante horas, no sabría decirte cuantas, solo se que cuando la tormenta finalizó ya había luz en el exterior. La tormenta dejó tras de si un día nublado, pero al menos era de día. Esa podría haber sido la noche más dura de mi vida, o no, tampoco recordaba gran cosa de mi pasado.
Recobré las fuerzas y salí de mi escondite, volví a ese escaparate, quería comprobar si mis ojos, seguirían estando rojos o si habría vuelto a la normalidad. ¿Por qué quería engañarme? Sabía de sobra que no lo era. Mi oído superdesarrollado, debería haberme dado una pista.
Cuando me vi reflejada con la luz del día, apenas si podía reconocer a la chica que era, porque aunque no la recordaba, estaba completamente segura, que no era la chica que tenía delante. ¿En quien podría confiar si no sabía quien era?, ¿ni en quienes serían mis amigos, mi familia,... mis enemigos? Tenía que tener enemigos, sin duda, como sino, hubiera acabado en esta situación.
Tenía que cambiarme de ropa y salir de allí, porque si alguien me había abandonado allí, podía volver a buscarme o, quizás incluso me había dado por muerta. En cualquier caso, no podía seguir allí. Todo parecía abandonado: almacenes, fabricas. Limpie el cristal y pude ver el interior de uno de ellos, parecía el almacén de una antigua tienda de ropa. Fui hacía la puerta pero estaba cerrada con un gran candado. Me enfurecí y golpe la puerta con ambos puños y ésta se abrió de golpe, haciendo un gran estruendo al dar con la pared. ¿Había sido yo?
Ante mi, aparecieron decenas de percheros, la mayoría de ellos vacíos o con apenas unas pocas perchas de ropa. No obstante, no estaba en disposición de ponerme muy exigente. Rebusqué durante unos minutos hasta que encontré un vestido azul, que estaba segura de que era de mi talla. Me desnudé allí mismo y me lo puse, me venía perfecto.
La pregunta en este momento era. ¿Dónde voy ahora?
11 octubre 2017
Solo si es contigo - 2. Segundo trimestre
Conforme más avanzaba en el libro más ilusión me hacía hacer el papel de Julieta, claro que mi Romeo no podía ser otro que Nick. Lleva un tiempo enamorada de él, de sus ojos. Pero a la vez, solo de imaginarme que él era Romeo más vergüenza me daba pensar en la obra, la verían mis padres, los suyos y todos los compañeros. Si se pudieran eliminar, sería perfecto. Claro que una obra de teatro sin publico y sin personajes secundarios, igual sería raro.
Había un pequeño problemilla con la obra, el número de personajes femeninos era menor que él de hombres y menor que el número de chicas de la clase, así que habría chicas que tendrían que hacer de hombres. Todos teníamos que presentarnos a un papel, aunque no todos tendríamos un papel en la obra. Algunos se quedarían de suplentes y se encargarían de crear los decorados y cambiarlos durante la actuación.
Al final opté por el papel de nodriza de Julieta, un papel no demasiado grande en la obra. Luis hizo el papel de Mercutio. César se presentó para Romeo, realmente le pegaba y lo hacía muy bien. Y Nick para Benvolio.
Bueno eso fue al principio, porque después el profe empezó a elegir a algunos más para hacer otros papeles. Por ejemplo, cuando César se quedó en el centro y me sacó a mi para hacer de Julieta, por su cara no pareció convencerle mucho la mezcla porque al final decidió sacar a Nick para que hiciera de Romeo. Nos hizo hacer la escena del balcón, eso iba a ser lo más parecido a una declaración de amor de Nick hacia mí, así que decidí aprovecharla y me metí en el papel. Como todo era un juego, simplemente me dejé llevar por el sentimiento.
Cuando acabamos a César le propuso hacer el papel de Tebaldo. Sacó a un par de chicas más para hacer de Julieta y a un par de chicos para hacer de Romeo. Estuvimos como unas 4 horas haciendo casting, fueron dos semanas muy divertidas, teníamos dos horas a la semana clase, martes y jueves.
El martes siguiente, sabríamos los resultados.
09 octubre 2017
Sospechas en el Campus - Día 2
Este capítulo pertenece al relato "Sospechas en el campus", que es un relato policial ambientado en un campus universitario. Si no has leído los capítulosanteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces. |
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06 octubre 2017
Destinados a encontrarse
Sin más os dejo con la portada y la sinopsis. Espero la leáis y la améis tanto como lo hago yo.
Sinopsis
Tú me tendiste la mano y yo la tome sin detenerme a buscarle significado a mis actos, pero sentí esperanza por primera vez en casi un siglo. Ella marca la diferencia y yo sigo disfrutando de la situación.
Esa frase inspiró esta historia, la pronunció Jasper cuando conoció a Alice.
Os gustaría saber ¿cómo se conocieron? ¿Cómo fue su primer encuentro? Todos eso y más si te animas a leerla.
Capítulos
1. ¿Qué es esta horrible sensación?
2. El despertar de un nuevo día
3. Mi primera vez
4. Escondida entre las sombras
5. Camino a Seattle
6. ¿Dónde está mi sitio?
7. Ángel o demonio
8. Mi nueva familia: "Los Cullen"
9. Se llamaba Jasper
10. Yellowstone
11. El apartamento de Filadelfia
12. Y por fin llegó el gran día
13. Mayor Jasper Whilock Hale (POV: Jasper)
14. La mudanza de los Cullen (POV: Jasper)
15. El pasado de Alice (POV: Jasper)
16. El encuentro con los Cullen (POV: Jasper)
17. El padre de Carlisle (POV: Jasper)
18. Tratado Quileute (POV: Jasper)
19. Siempre una madre (POV: Alice)
20. El hombre sentado al piano (POV: Jasper)
21. La melancolía de Rosalie (POV: Alice)
22. La venganza del oso (POV: Jasper)
23. El día de mi boda (POV: Alice)
Destinados a encontrarse - 1. ¿Qué es esta horrible sensación?
– ¡Qué es está horrible sensación! – exclamé
Acababa de despertar en lugar desconocido. Me incorporé algo aturdida. ¿Dónde estaba? ¿Qué era ese horrible lugar? ¿Era una especie de fabrica abandonada? Me puse de pie tambaleante, algo había cambiado en mi, pero no sabría decir qué. Parecía una antigua fabrica de zapatos, aún quedaban algunas cajas cerradas. Abrí un par antes de encontrar unas deportivas blancas. Me las puse, ¿por qué estaba descalza?
Me dirigí hacia la puerta, tenía la cerradura rota y golpeaba contra el marco de la puerta por culpa del viento. Al empujarla, un par de rayos de sol entraron al interior, eran los últimos del día desapareciendo por el horizonte. No sentía frio, ni siquiera notaba la ligera brisa sobre mi piel desnuda, solo llevaba una bata blanca rasgada, echa jirones en la parte de abajo. ¿Qué me había pasado? ¿Por qué no lo recordaba?
Oía el piar de los pájaros en los árboles, el sonido del viento al mover las hojas, o incluso al entrar por la ventanas de la vieja fabrica. Pero no podía oír a ningún humano por la inmediaciones, caminé durante un buen rato, hasta que se hizo completamente de noche, sin encontrarme con nadie.
Solo tenía esa sensación horrible, no conseguía saber que me atormentaba, ni siquiera que podía hacer para solucionar ese dolor que me atenazaba los músculos y que me provocaba esta terrible quemazón en la garganta. Me iban sintiendo cada vez peor, cada vez más débil, mis piernas se doblaban y apenas si podían sostenerme. Me apoyé sobre una pared y me agarré el cuello con las manos, quería arrancármelo, para que se alejara el dolor.
Algo iba mal, el miedo me atenazó de golpe, no tenía pulso, no podía sentirlo ni en el cuello ni en las muñecas, llevé la mano hasta el corazón con cautela, pero no era cautela era miedo, pánico, tenía la certeza de saber que cuando lo hiciera descubriría que mi corazón no estaría latiendo. Así fue, me dejé caer al suelo resbalando por la pared. Sentí ganas de llorar, pero las lágrimas no llegaban a mis ojos.
A mi lado, un leve sonido, eran pisadas, gire la cabeza en una fracción de segundo. Lo siguiente que recuerdo fue ver a ese gato muerto, entre mis manos, llenas de sangre y el dolor. Ese dolor había desvanecido. Dejé caer al gato, lo vi caer al suelo, a plomo sin vida, mientras me apartaba horrorizada. ¿Qué diablos le había hecho a ese pobre gatito? Le había roto el cuello para drenarle la sangre. ¡Oh dios mío! ¿En qué clase de monstruo me había convertido?
Retrocedía y retrocedía, hasta que mi espalda tocó una pared, asustada di un salto y me giré. Hasta quedar de frente, reflejada en un escaparate, pero esa no podía ser yo. ¿Quién era esa chica que me miraba? Tenía la boca, la nariz y la barbilla llenos de sangre. Usé los restos de la bata que llevaba puesta para limpiarme. Era yo, no había duda. ¿Por qué estaba tan pálida? Avancé el paso que me separaba del espejo y un reflejo de la luna me iluminó los ojos.
Hasta ese momento era yo haciendo cosas horribles, pero cuando vi mis ojos, de un intenso rojo fuego, lo supe, supe que había dejado de ser yo, para convertirme... ¿en qué me había convertido? En un monstruo.
¿Qué sabía? Había matado a un gato, para alimentarme. ¡Mis ojos! ¿Qué más cosas había notado que fueran distintas? El sonido de los pájaros, nunca recordaba que los hubiera oído tan... fuertes, tan claros. ¡Al gato! Lo había oído acercarse. ¡oh no! La brisa, la oía, pero no podía sentirla. Había oído historias de pequeña sobre... pero eran solo eso, historias, ¿no? Cuentos contados a los niños para que no salieran de casa solos por la noche. Mi cabeza buscaba entre miles de recuerdos a gran velocidad. Pero todos llegaban a uno. Eres un vampiro. ¿Qué? Nooo, pero qué dices, como voy a ser un vampiro. Los vampiros no existen. Me repetía una y otra vez, en una guerra que tenía perdida entre mis dos subconscientes. Uno que me decía que era la única explicación y el otro que se negaba a creerlo. ¿Acaso existen? Todo era una locura, fruto de mi miedo, no podían ser cierto todas esas historias sobre vampiros. Corrí de vuelta a la fabrica, quería dormir hasta que fuera de día y pudiera verlo todo con más claridad.